Complejo inconveniente para los exportadores especialmente de la zona sur del país y de los cual el diputado Sergio Ojeda culpa directamente al SAG chileno.
“No hay envío de carnes chilenas al mercado europeo, el intercambio exitoso que los productores nacionales mantenían, se encuentra interrumpido por propia decisión del SAG que suspendió la entrega de los certificados para la exportación de ese producto al mercado europeo, por las observaciones de la Comisión Fiscalizadora de la U.E al sistema de trazabilidad de los animales, (que los identifica desde su nacimiento hasta el procesamiento de plantas autorizadas)”, dijo este martes el diputado osornino Sergio Ojeda, quien solicitó a la Comisión de Agricultura, que cite al ministro de Agricultura y al SAG, este último, principal responsable de la suspensión de estos envíos, para que explique esta lamentable situación, sus efectos en el mercado agrícola y ganadero y la solución al problema.
Ojeda señaló que la Oficina Alimentaria y Veterinaria (FVO) de la Comisión Europea sobre la producción y certificación de la carne bovina solicitó a Chile cerrar sus exportaciones, de lo contrario, lo cerraría la propia Unión Europea prohibiendo su entrada. Chile debió hacerlo, en este caso el SAG, para evitar un efecto dañino y una repercusión negativa, con pérdida de la buena imagen, prestigio ganado y por el riesgo de que otros países adopten la misma medida.
Los motivos de la objeción europea son la mala aplicación de los protocolos vigentes para la exportación, los errores y fallas en la capacidad de gestión, en especial de la trazabilidad de los bovinos elegibles para la U.E. La crítica se le hace directamente al SAG, por las falencias al sistema de información pecuaria (SIPECWEB). Se le responsabiliza por el software que el SAG utiliza para la trazabilidad animal el que presenta fallas, inexactitudes y retrasos. No hay un sistema de trazabilidad confiable.
El diputado osornino concluyó que “estos inconvenientes que han interrumpido las exportaciones a la Unión Europea han significado también que millones de consumidores europeos no consuman las carnes chilenas de excelente calidad y que nuestros productores en especial de la Provincia de Osorno no continúen con estos envíos que por supuesto son vitales para la economía de ellos, la provincia y la región”.
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