viernes, 26 de abril de 2013

Escenario de la industria del arándano en Argentina y Uruguay


Similitudes, desafíos y perspectivas
Argentina y Uruguay se encuentran entre los principales productores de arándano en Sudamérica, países que han debido enfrentar durante los últimos años aumentos en los costos de producción y mano de obra, la relación peso/dólar/euro y una reducción de las hectáreas destinadas al cultivo de esta berry.  arandanos PF
Durante su participación en el seminario internacional organizado por la International Blueberry Organization (IBO) que se llevó a cabo en Santiago (Chile), representantes de ambas industrias dieron a conocer el actual estado de sus respectivos sectores, similares en varios aspectos, así como sus desafíos y perspectivas a futuro.
Marta Bentancur, de la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (UPEFRUY) detalló que el sector se enfrenta a una serie de problemas globales, como son el costo de la mano de obra y su disponibilidad en las zonas productivas, así como a problemas más particulares, los cuales también enfrenta su vecino Argentina, en cuanto a costos de transporte aéreo y marítimo, y la relación del peso local con las monedas internacionales.
Actualmente Salta y Paysandú concentran la producción de arándano en Uruguay, con más del 80% del total. También es posible encontrar plantaciones de menor tamaño en el sur del país en distintos departamentos, pero de las 850 hectáreas (has) existentes en 2009, hoy hay un estimado de 430ha en las mismas zonas de producción.
Con el paso de los años Uruguay inició una reconversión varietal. Bentancur señaló que de un 70% de variedad O´Neal se pasó un 60% de variedades como Emeral, Star, Misty y Jewel, entre otras.
Misma situación se ha podido observar en Argentina. Jorge Pazos, del Argentinean Blueberry Commitee señaló que los productores que siguen tenazmente en sus huertos han hecho un recambio varietal para agrandar la curva de producción y ofrecer fruta a tiempo para el mercado.
Pazos explicó que, si bien desde la mitad de la década de los ´90 el número de hectáreas con la fruta aumentó (300ha en 1999; 2.700ha en 2005; y 4.200ha en 2007) en 2010 hubo una pérdida de hectáreas, alcanzando aproximadamente las 3.200ha, cifra que disminuyó a 2.600ha en 2012.
“En el año 2010 veníamos creciendo y después se comienza a estancar. Durante los últimos tres años (2010, 2011 y 2012) prácticamente la cantidad de fruta exportada en toneladas es igual o similar y la superficie de plantación disminuyó un 40%”, dijo Pazos.
Así como se han observado cambios en las variedades también se han visto variaciones en los mercados de destino para la fruta.  Durante los últimos años Uruguay ha trasladado un mayor volumen de exportación a la Unión Europea por sobre EE.UU, sin embargo Asia se ha desarrollado muy poco.
arandanoPF“Europa se está incrementado y se percibe que lo va a seguir haciendo”, dijo Bentancur a los presentes.
Desafíos y mirada al futuro
El costo de la mano de obra, volúmenes estancados y una situación macroeconómica no favorable ha marcado a la industria del arándano en el último tiempo en Argentina.
“Visto así puede no ser alentador, pero sin embargo estamos convencidos de que siempre se puede y que algo más se puede hacer,  que es seguir trabajando para sostener esta industria que se ha iniciado hace unos cuantos años”, dijo Pazos.
Pazos añadió que resulta  interesante ver que Argentina es un país que sigue ofreciendo en una ventana de negocio que resulta interesante. “Eficiencia es lo que se ha hecho en estos últimos años, porque para sobrevivir a esta situación adversa a la macroeconomía que nos ofrece nuestro país indudablemente el productor ha logrado ser más eficiente”.
“Por supuesto que esto a través de la reconversión, tratar de buscar y agrandar su temporada para obtener mejores precios”.
“Creemos que Argentina sigue siendo una alternativa viable dentro de este negocio”, indicó el representante del Argentinean Blueberry Committee.
En el caso de Uruguay, Bentancur destacó que el país produce en contra estación y, que a pesar de ser un proveedor pequeño, cuenta con tecnología de producción, posee el know how en poscosecha, tiene infraestructura de packing de alta tecnología, entrega un buen servicio en el cumplimiento de los programas y nunca ha experimentado problemas respecto a aspectos fitosanitarios, entre otras características.
Bentancur dijo que no se percibe que vaya a haber un aumento en la producción en el corto plazo, excepto en aquellos cambios de variedades que se están haciendo dentro de las empresas.
“Creemos que el recambio de variedades mejorará la calidad y la distribución a lo largo de la zafra de exportación. Se visualiza que Europa va a ser el principal mercado en los próximos años”, sostuvo.
Por ahora  entre los desafíos del sector uruguayo está el contar con mejores variedades adaptadas a la poscosecha, una mejor firmeza y apariencia de la fruta, así como incrementar la eficiencia en el campo y packing en la productividad de la mano de obra, mejorar los flujos del producto y migrar hacia el transporte marítimo.
“Una de las características que tenemos en Uruguay y que quizás sea una de las diferencias con Argentina es el modelo de alta integración vertical”, dijo Bentacur. “Eso nos da algunas ventajas desde el punto de vista del manejo de la fruta y de la buena llegada de la fruta, porque la manipulación se hace de forma más eficiente”.

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