lunes, 15 de abril de 2013


El diálogo que suma

Las asambleas programadas por la Mesa de Enlace para conocer de “primera mano” las opiniones y sugerencias de los productores sirven no sólo para el fin para el que fueron planeadas, sino también para aclarar otras cuestiones importantes que están latentes en el imaginario social y que deberían ser explicadas a la opinión pública. 
Esto está relacionado con lo sucedido en la última asamblea de Santa Fe, en donde algunos productores llamaron a no pagar impuestos para provocar la caída del Poder Ejecutivo y advirtieron sobre el posible ingreso del marxismo y el chavismo en el país.
Rápidamente, la Mesa de Enlace rechazó las opiniones vertidas allí y lanzó un comunicado en el que las cuatro entidades “reafirman su compromiso con las instituciones de la república, la democracia y el estado de derecho” y expresan que “las asambleas son de libre asistencia, cada productor puede expresar lo que crea conveniente, tratándose de una opinión individual sin que esto represente el sentir de nuestras entidades ni de sus pares”.
La aclaración es importante por varias razones. Por un lado, porque como indica el comunicado la voluntad golpista no representa la opinión del sector. Por el contrario, los discursos a favor de la destitución de la Presidente corresponden a otra época de la que la Argentina aprendió una dura lección. Por otro lado, es incongruente con el permanente reclamo del campo que exige  más diálogo; y por último, porque declaraciones de este tipo le restan importancia a  preocupaciones centrales para los productores, como la falta de rentabilidad y el consecuente temor a la caída de la productividad.
Para poner sólo un ejemplo, la noticia de Santa Fe generó más cruces de opiniones que lo que sucedió con los tamberos en esta semana, en la que la Mesa Nacional de Productores de Leche denunció que recibe los precios más bajos de la década en tranquera, lo cual obliga a los productores a vender animales para pagar las deudas. Además, se quejaron de que, en el gobierno, nadie los escucha. El reclamo fue manifestado en una reunión convocada por la Comisión de Economía y Desarrollo Regional de la Cámara Baja que preside el radical entrerriano Atilio Benedetti.
Según datos de la entidad, la evolución de la producción lechera en la Argentina durante la última década es la menor de la región, es decir que nuestro país creció la mitad del país que menos creció entre el 2003 y el 2013, los años más fructíferos de la economía nacional en décadas según las cifras oficiales.  Contradiciendo el discurso optimista del gobierno, Benedetti advirtió que “los efectos sociales de esta baja en la productividad del sector impactan fuertemente en las economías regionales”.
Otro drama viven los productores santafesinos afectados por las inundaciones. Hugo Iturraspe, Presidente de la Sociedad Rural local, indicó que “esta lluvia cae justo cuando comienza la cosecha gruesa. No sólo llovió en la ciudad donde cayeron 140 mm sino que hubo cortes en varias rutas de la zona por la cantidad de agua. Varias poblaciones como San Genaro norte y Esperanza fueron muy perjudicadas. Estamos preocupados por los cultivos, no es fácil sacar el agua de los campos. Es un drama porque muchos están empezando a levantar la cosecha gruesa y se suma a otros problemas económicos”.
Aquí van sólo dos muestras de los conflictos que tienen a mal traer a los chacareros. También están los que viven los productores yerbateros, los ganaderos y tantos otros. La lista sigue y es diversa, pero la une una preocupación en común: encontrar la solución en el diálogo y el consenso para disfrutar de un presente productivo.

Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa 

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