lunes, 8 de abril de 2013


Brasil compró 40% más de autos y trajo alivio a una Argentina ahora preocupada por la fuerte caída en el precio de la soja

En los últimos años, la Argentina contó con dos escudos fundamentales y gracias a los cuales pudo capear los diferentes temporales que se le presentaron: la soja y Brasil. Pero ahora el “yuyito” amenaza con no ser de la partida .
En los últimos años, la Argentina contó con dos “escudos” fundamentales y gracias a los cuales pudo capear los diferentes temporales que se le presentaron: la soja y Brasil.
Así las cosas, durante un buen período, el alto precio internacional del “yuyito” le permitió al Gobierno continuar expandiendo el ritmo del gasto público, a la vez que también fue un “combustible” para las economías regionales, dado que este cultivo motoriza las ventas de maquinaria agrícola, fertilizantes y camionetas, así como la contratación de todo tipo de servicios. 
Paralelamente, Brasil, como principal socio comercial, es una “locomotora” fundamental para traccionar al “Made in Argentina”, especialmente en el rubro automotor, dado que ese país históricamente captó más del 80% de los vehículos nacionales de exportación. 
Sin embargo, este 2013 arrancó con grandes nubarrones en el horizonte. Y los dos “escudos” que tanto necesitaba el Ejecutivo para capear la crisis comenzaron a dar síntomas de desgaste. 
No es para menos, en lo que respecta a la soja, prácticamente todas las variables están jugando en contra: lacotización alcanzó su valor más bajo en casi un año, la proyección de cosecha se recortó en 5 millones de toneladas y, para agravar aun más las cosas, las entidades rurales vienen asegurando que gran parte de los productores, especialmente aquellos que no están endeudados, se sentarán sobre la cosecha a la espera de mejores condiciones cambiarias. 
Así las cosas, en el Gobierno están “obsesionados” con el ritmo de liquidación de divisas, monitoreando prácticamente “minuto a minuto” la evolución de las ventas agrícolas, a la espera de la tan ansiada lluvia de divisas. 
Es que la llamada “temporada alta” de los “sojadólares“ se está haciendo desear: en el primer trimestre, el sector liquidó unos u$s3.980 millones, un 15% menos que en el mismo período del año pasado. 
Y en este contexto en el que desde el sector agrícola “garúan” pero no llueven billetes verdes, el Ejecutivo también venía poniendo sus ojos en el otro escudoBrasil y su papel como principal cliente de los 0Km argentinos. 
El peso de este país es tal para la industria automotriz nacional que en la actualidad hay más autos con “ADN” albiceleste circulando por las calles brasileñas que por los caminos nacionales, lo que deja en claro la fuerte dependencia que ha generado el país vecino.
Sin embargo, así como la lluvia de “sojadólares” se hace desear semana a semana, en el Ejecutivo venía creciendo la preocupación porque también se estaba demorando en llegar la “temporada alta” para los autos argentinos. 
No es para menos, con un Brasil menos demandante, las exportaciones venían mostrando números para el olvido en el arranque del año, tras haber cerrado el primer bimestre con una caída del 12%, en tanto que el ritmo de producción prácticamente no creció respecto al mismo período del año pasado. 
Por eso las cifras correspondientes a marzo eran esperadas con mucha ansiedad por parte de los funcionarios nacionales. Y lo cierto es que los números no defraudaron. 
En efecto, según datos dados a conocer este viernes por ADEFA, entidad que nuclea a las terminales instaladas en el país, la actividad “revivió” y volvió a los números positivos, luego de un primer bimestre adverso. 
En lo que respecta a la producción, en marzo se fabricaron 79.000 vehículos, un 17% más que en el mismo mes del año pasado. 
En tanto que las ventas al mundo, “monopolizadas” por Brasil, se expandieron un 43%, tras exportarse 41.600 unidades, revirtiendo así la pésima performance registrada hasta febrero. 
Un respiro pero con luces de alerta
En este contexto, el presidente de ADEFA, Cristiano Rattazzi, aseguró a través de un comunicado que “el crecimiento está en sintonía con las estimaciones iniciales del sector que se orientan a acercarse a los niveles de 2011″. 
En tanto, para el Gobierno también fue una buena noticia, dado que el complejo automotor aún explica el 50% del crecimiento de toda la industria local. 
Además, esta reactivación del sector se da en un momento más que propicio, teniendo en cuenta que, según datos del INDEC, la actividad industrial había registrado un fuerte descenso en febrero, superior al 4%. 
Sin embargo, si bien los números de este sector tendrán su “efecto derrame” en las estadísticas de la industria en general, los expertos ponen ciertos recaudos a la hora de analizar la performance de esta rama de actividad, los cuales están explicados por los siguientes factores: 
1. El “efecto estadístico”El primer punto a mencionar es que, históricamente, marzo se suele comportar como una especie de mes “trampolín” a partir del cual arranca el verdadero año para las automotrices.
Sin embargo, marzo de 2012 había sido un mes sorpresivamente flojo, con números que prácticamenteequiparaban a los de enero y febrero.
Así las cosas, si bien no se puede poner en duda el crecimiento real y el impulso que volvieron a tomar las terminales, es clave mencionar que la abultada tasa de crecimiento, superior al 40%, también obedece a que la base de comparación es considerablemente baja.
2. El problema de la “brasildependencia” 
Brasil es “el” mercado por excelencia para la industria. Esto, si bien a primera vista parecería totalmente positivo,también encierra sus peligros.
No es para menos: en la actualidad el 87% de los vehículos exportados tiene como destino el país administrado por la presidenta Dilma Rousseff.
Esto, para los expertos tiene su contracara, dado que, como ocurrió el año pasado, implica que la industria nacional se encuentra totalmente cautiva frente a lo que ocurra en ese mercado debido al escasísimo nivel de diversificación.
De hecho, el propio Rattazzi puso una luz de alerta al señalar este viernes que “uno de los principales factores del incremento registrado en materia de exportaciones responde a la demanda de Brasil, prácticamente el único mercado que incrementó la compra de unidades argentinas”.
En efecto, las ventas a Europa, el segundo destino en importancia, registraron un derrumbe superior al 60%, en tanto que los envíos a México se desplomaron más de un 40%. 
En la misma línea, las estadísticas también arrojan una luz de alarma para el Gobierno, que desde el año pasando intenta presionar a las automotrices para que diversifiquen la matriz exportadora y apuesten más a mercados de América latina, hoy destinos prácticamente marginales y que exhiben resultados adversos, como es el caso de Colombia y Perú.
3. La “brasildependencia” como factor de presiónLos expertos hacen hincapié en que, en los últimos tiempos, cada vez que hubo algún “cortocircuito” a nivel político, Brasil siempre tuvo el dedo apoyado en la “perilla” y listo para cerrar las fronteras. 
Basta recordar que cuando no hubo entendimiento en el manejo de las importaciones, la administración de Rousseff frenó en dos oportunidades el ingreso de vehículos argentinos, que derivó en la cancelación de turnos y en la suspensión de empleados.
Y en el actual contexto de creciente tensión bilateral -marcado a fuego por la crisis que desató el caso Vale y al que se suma el hecho de que el Gobierno dejó afuera del acuerdo de flexibilización de importaciones a los alimentos brasileños-, la excesiva dependencia de la industria automotriz podría ser un problema.
“Es perfectamente posible que Brasil aplique represalias frenando productos locales, especialmente vehículos. La administración de Rousseff tiene condiciones como para pegar más fuerte”, aseguró Gustavo Segré, CEO de la consultora Center Group.
4. Lluvia de inversiones en el país vecino
El cuarto punto que genera preocupación entre los expertos es que, mientras que en el plano doméstico los grandes desembolsos brillan por su ausencia, en Brasil las automotrices están avanzando en un plan de inversiones faraónico, a raíz de las exigencias de mayor contenido local que impusiera meses atrás la presidenta Rousseff. 
Así las cosas, desde ANFAVEA, la cámara que nuclea a las terminales brasileñas, estiman que en los próximos años el sector invertirá unos u$s22.000 millones, lo que permitirá incrementar significativamente el volumen de producción.
“El ritmo de desembolsos que hay en Brasil es muy fuerte. Existen jugadores que amplían producción y otros que buscan ingresar por primera vez al Mercosur y muchas marcas lo hacen privilegiando ese país“, destacaron desde la consultora Abeceb.com.
Y este fenómeno abaraca a un amplio espectro de automotrices, dado que incluye desde marcas de lujo, comoBMW, hasta firmas asiáticas low cost como JAC Chery
Frente a esto, lo que más preocupa es que Brasil se vuelva cada vez más “autosuficiente” en materia automotriz y los 0Km con sello argentino sean desplazados por la propia producción verdeamarela. 
Un dato que inquieta es que en 2012 los autos nacionales perdieron un importante terreno, con un market share menor al 9%, casi 2,5 puntos menos que en 2011. 
Y los expertos se preguntan qué pasara a medida que entren en funcionamiento las nuevas líneas de producción que le permitirían duplicar la fabricación interna en los próximos años. 
Los autos argentinos más exitosos en ese mercadoMás allá de los nubarrones en el horizonte, a la hora de trazar una radiografía sobre los diez vehículos nacionales que más éxito tienen en Brasil, se puede encontrar un listado heterogéneo, que incluye desde autos chicos de baja gama hasta camionetas. 
• Volkswagen Amarok



Se convirtió en el gran “caballito” de batalla de la industria automotriz, ubicándose en los primeros lugares entre los vehículos más exportados a Brasil.
Este modelo comenzó a producirse en el país a fines de 2009 y en octubre del año pasado sumó dos versiones con cabina simple, ampliando así el número de opciones a 13.
Cabe destacar que en mayo de 2012 la Argentina perdió el monopolio de la fabricación en manos de Alemania. Sin embargo, las versiones de cabina simple seguirán siendo de producción exclusiva de la planta de Pacheco.
• Chevrolet Agile


Este modelo de General Motors se enfoca especialmente en el mercado brasileño. Sin embargo, en los últimos meses vino perdiendo terreno en manos del flamante Onix, uno de los vehículos nuevos más vendidos en Brasil.
Por eso la automotriz está trabajando en el nuevo diseño del Agile que se fabrica en Rosario. Se estima que cambiarán las ópticas, la parrilla y el paragolpes. Con este restyling, se prevé que el modelo “tire” hasta 2015, cuando concluiría su vida útil.
• Toyota Hilux

Este popular modelo fabricado en la planta que la compañía de origen japonés posee en Campana transita ya por la séptima generación.
El año pasado recibió su último restyling, que permitirá mantenerlo en vigencia hasta el 2014, momento en el que llegaría una camioneta totalmente renovada.
• Fiat Siena

Fue uno de los modelos más exportados por la Argentina a Brasil a lo largo de 2012 tras haber estrenado restyling, con cambios estéticos en ópticas y parrilla.
Sin embargo, se trata de una versión que quedó obsoleta frente a la nueva brasileña y que se irá despidiendo del ranking, dado que se seguirá produciendo principalmente para el mercado interno.
• Ford Focus II

Es el más vehículo más exitoso de la firma del óvalo y se espera que se mantenga entre los líderes, dado que se estima que en los próximos meses llegará la tercera generación, de la cual ya se pudieron ver en las calles porteñas los primeros modelos de testeo, si bien todavía no hay fecha oficial para el comienzo de la comercialización.
Se trata de un modelo que llegará completamente renovado y que se fabricará en la Argentina para abastecer a la región. 
• Renault Clio Mio

El nuevo modelo, presentado a finales de 2012, no es más que un restyling profundo del clásico Clio, con cambios visibles en el baúl, paragolpes y trompa.
A nivel equipamiento, este vehículo fabricado en la planta cordobesa de Santa Isabel, es más austero que la histórica versión, con el objetivo de que compita con autos entry-level como el Fiat Uno y el Chevrolet Classic.
• Renault Fluence

Es un modelo que le viene dando buenos réditos a la casa francesa. A fines del año pasado se presentó una nueva versión deportiva de este sedán, el GT, que reemplazó al “Sport”. 
Estas dos generaciones “picantes” se convirtieron en los primeros deportivos que Renault fabrica en Córdobadesde fines de los ochenta, cuando se producía la mítica coupé Fuego.
• Peugeot 207
Este modelo no es más que un “aggiornamiento” del clásico 206, de modo que las largas “horas de vuelo” encima ya le están pasando factura.
Sin embargo, el punto a destacar es que la Argentina se quedó con la exclusividad de este vehículo, dado que en Brasil ya se comenzó a fabricar la nueva generación: el 208, que arribará a la argentina importado de ese país a partir del segundo semestre.
Así las cosas, el 207 continuará produciéndose un tiempo más en El Palomar para abastecer al Mercosur, pero con equipamiento básico y motorizaciones chicas, hasta su desaparición definitiva.
• Peugeot 308

Es un modelo que debutó en el ranking en 2012 y que fuera lanzado para reemplazar al clásico 307, con el objetivo de producir unas 30.000 unidades anuales.
A fines de 2012, la compañía agregó la versión Sport, equipado con un motor importado de Europa que entrega una velocidad máxima de 217 km/h y una aceleración de 0 a 100 Km de 9,2 segundos.
• Ford Ranger

Tras un largo recorrido a base de restylings, en 2012 Ford comenzó a fabricar en su planta de Pacheco laRanger de la nueva generación, con un diseño totalmente renovado en relación al anterior modelo.
De hecho, la prensa especializada lo eligió como el mejor vehículo comercial del año 2012, superando a la Amarok y a la Chevrolet S10.

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