lunes, 15 de abril de 2013

Aceitera difunde plan patrimonial para instalarse en Agraciada

 


La propuesta de que una planta de extracción de aceite de soja se instale en la playa de la Agraciada es rechazada por vecinos de la zona, defensores de esos terrenos patrimoniales, aún a riesgo de que esa zona continúe en el actual estado de abandono.

La única atención que la Intendencia de Soriano le ha brindado a la Estancia Ordoñana, también patrimonio histórico, es la contratación de un casero y la conexión a agua y electricidad. El personal ayudó a parar los robos.

El propio intendente, Guillermo Besozzi, reconoció en Radio Rural semanas atrás que es una “estancia abandonada” y que la comuna no está en condiciones de mantenerla.

Estas declaraciones le valieron más críticas de los vecinos de Nueva Palmira, Agraciada y Dolores que se resisten a la venta del predio y lo acusan de “vendepatria”. Menos atención reciben las 49 hectáreas del Parque Lavalleja: el obelisco está grafiteado y la zona del camping está descuidada.

A juicio de Besozzi, quien debería ordenar su mantenimiento, “está en estado deplorable, lleno de uñas de gato y de monte de eucaliptos y mucha mugre”. Y añadió: “Es imposible mantener 49 hectáreas”.Cereoil S.A., una empresa nacional dedicada a la venta de granos, espera que la Junta Departamental de Soriano se pronuncie a favor del boleto de reserva, cuyo valor es de US$ 3,6 millones, y que ya le fue negado en varias votaciones.

Mientras que no se produce una nueva instancia, desde la empresa se le explicó a El Observador que su interés en el predio 4264, contiguo a la playa de la Agraciada, y no en otro, es que hacia el norte, el terreno está afectado por humedades, y hacia el sur, la distancia entre la costa y el canal de navegación no cumple con la reglamentación necesaria. Cereoil dio a conocer el proyecto de revitalización de la zona que, de concretarse, recuperará el patrimonio que los detractores no quieren que desaparezca entre silos y chimeneas.

Hotel, museo y camino

La intendencia le impuso a la empresa a cambio de la venta tres contraprestaciones: la construcción de un complejo hotelero en la Estancia Ordoñana, la instalación de un museo y la construcción de un paseo histórico-cultural entre la playa de la Agraciada y el histórico Higuerón.

Esos terrenos no serán vendidos, sino que se otorga su uso.En la estancia se alojó Juan Manuel Blanes para tomar bosquejos del lugar para su famoso cuadro. Pero el abandono fue más fuerte que la historia durante los últimos 100 años. La construcción está invadida por la humedad.

“Hoy le está entrando agua”, dijo el arquitecto Nicolás Barriola, uno de los responsables del proyecto de recuperación y conservación patrimonial para Cereoil, debido a que hay huecos en el techo. La intervención es urgente.

“Si no fuese una construcción noble, la casa no estaría en pie”, afirmó.El objetivo es recuperar la casona, llevarla en lo posible a su estado original, y convertirla en un museo de tres aspectos principales: el desembarco de los Treinta y Tres Orientales, la visita de Blanes y la vida de Domingo Ordoñana. Las imágenes serán proyectadas.

La tecnología del siglo XXI reemplazará a la tela de arpillera deshilachada que hoy tiene retazos de fotocopias pinchados con alfileres.La venta establece una inversión de US$ 2 millones para el hotel.

La propuesta es la recreación de una vieja estancia en forma de anillo ubicada detrás de la casa principal, con una piscina natural, sala de conferencias para 300 personas y elementos de eficiencia energética, como techo de césped.

El proyecto se completará con la construcción del paseo de la Cruzada Libertadora con “33 hitos” o mojones que relaten la secuencia inversa entre la Jura de la Constitución (1830) y el Desembarco de los Treinta y Tres (1825), a través de arte visual tradicional y digital.

La convivencia de la historia y la tecnología, según Barriola, se hará a través de lo que se conoce como “realidad aumentada”, para obtener más información en los dispositivos móviles.

Proyecto no tiene votos en la Junta

Actualmente, la venta de los terrenos no cuenta con los 21 votos necesarios para que su anuencia sea aprobada por la Junta Departamental de Soriano, por lo que el proyecto puede naufragar a pesar de que ha sido defendido por el intendente Guillermo Besozzi y el gobierno nacional por su importancia productiva.

Del punto de vista legal, es posible la venta a un particular de un predio que haya sido declarado patrimonio histórico si se cuenta con la aprobación del MEC.

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