Trigo: producción cae un 30% (cuestionan el dato oficial)

Como ocurre con otros datos de la economía, los números de las entidades privadas y del Gobierno no coinciden en lo referido a la cosecha de trigo que acaba de finalizar. Mientras la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó ayer que la cosecha terminó con sólo 9,8 millones de toneladas (el tercer volumen de producción más bajo en los últimos trece ciclos agrícolas) desde el Gobierno estiman que la producción sería de 10,1 millones de toneladas, por debajo de los 10,5 millones calculados en diciembre, debido a condiciones climáticas adversas que recortaron sus rendimientos.

Como ocurre con otros datos de la economía, los números de las entidades privadas y del Gobierno no coinciden en lo referido a la cosecha de trigo que acaba de finalizar. Mientras la Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó ayer que la cosecha terminó con sólo 9,8 millones de toneladas (el tercer volumen de producción más bajo en los últimos trece ciclos agrícolas) desde el Gobierno estiman que la producción sería de 10,1 millones de toneladas, por debajo de los 10,5 millones calculados en diciembre, debido a condiciones climáticas adversas que recortaron sus rendimientos.

Por su parte, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recortó finalmente su estimación de trigo en 500 mil toneladas, con una nueva proyección de 11 millones de toneladas.

El Panorama Agrícola Semanal (PAS), que elabora la Bolsa indicó ayer que el área implantada de 3,6 millones de hectáreas fue la segunda inferior, ya que la menor fue en 2009-2010, con 3,3 millones. «Se suman a esto pérdidas de superficie sembrada que se incrementaron un 45% debido a las excesivas lluvias registradas, las cuales afectaron a varias zonas productivas del país», consignó el informe privado.

El área sembrada fue muy «lejana» a los seis a siete millones de hectáreas sembradas a principio de la década. Además, la producción obtenida en la presente campaña, de 9,8 millones de toneladas, es un 30% menor a la que se logró durante el ciclo previo, 2011-2012, cuando se obtuvieron 14 millones de toneladas, sostuvo el documento.

«Dicha merma obedece principalmente a la gran reducción interanual de área, del 22%», informaron, ya que en el ciclo 2011-2012 se sembraron 4,6 millones de hectáreas.

En tanto, «los rendimientos logrados en la campaña fueron afectados de igual forma por las lluvias» y redujeron «a lo largo del ciclo del cultivo el potencial de productividad a cosecha» que tuvo un rinde promedio de 2.920 kilos por hectárea.

«Gran parte de la franja central nacional, y zonas puntuales del sur bonaerense y pampeano, obtuvieron rendimientos menores a los esperados. Esto es consecuencia de la condición sanitaria que afectó al cultivo, en su mayoría por un fuerte impacto de enfermedades foliares (manchas y roya), como también por la presencia de fusarium (hongos)», indicaron los técnicos de la entidad.

Además, las enfermedades foliares redujeron el rinde, pero también mermaron la calidad triguera a cosecha, según el informe.

«Durante la última semana la trilla se concentró fuertemente en el núcleo productivo del sudeste de Buenos Aires, región que aportó el 33% de la producción nacional», se informó.

Las reiteradas lluvias de las últimas semanas, muchas de ellas acompañadas de fuertes vientos, demoraron el fin de la cosecha en esta zona, «además de provocar el vuelco de numerosos lotes y el lavado del grano».

Por su parte, ayer el Ministerio de Agricultura informó que «en la principal región triguera del país los rindes no alcanzan lo que se estimaba al comienzo, debido a problemas sanitarios, excesos hídricos en agosto, varios golpes de calor durante el mes de noviembre -época de llenado de granos-, granizo y fuertes vientos durante la cosecha».

A los factores mencionados, «se le suma un incremento en el área no cosechable como consecuencia de los excesos hídricos», agregó la cartera que dirige Norberto Yauhar, que estimó el área sembrada en 3,5 millones de hectáreas.

«Lo que el Gobierno no reconoce es que muchos productores decidieron no sembrar trigo porque no hay mercado, no hay precio y se volcaron a la cebada, que logró una cosecha récord», dijo a este diario un productor del sudoeste bonaerense, una zona que históricamente ha sido triguera.