sábado, 5 de enero de 2013


Trigo: la humedad alteró la cosecha

Lotes con fusarium obligaron a un manejo ajustado de la trilla. Tomar precauciones en el almacenamiento.
En determinadas regiones del país se espera para esta campaña de trigo una importante incidencia de fusarium, el hongo causante de la fusariosis de la espiga. Esto se debe a que los estados de espigazón, floración e inicios de llenado del grano han coincido con períodos muy húmedos y templado-cálidos que favorecen el desarrollo del hongo. Los cultivos afectados por la patología tienen problemas de calidad comercial e industrial, además de presentar riesgos de desarrollo de micotoxinas.
Un trabajo elaborado por Ricardo Bartosik, Leandro Cardoso, Diego de la Torre, Bernadette Abadía y Bárbara Carpaneto de Unidad Integrada de Precop y Eficiencia de Cosecha y Poscosecha del Inta Balcarce, y Claudia Castellari y Marcos Valle, de la Unidad Integrada Balcarce y la cátedra de microbiología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, ofrece información sobre los efectos causados por la enfermedad, principalmente sobre la calidad comercial e industrial del trigo. Además de brindar opciones de manejo en la postcosecha para minimizarlos, tanto en el manejo de las plantas de acopio como en la comercialización y uso final del trigo.
Bajo la lupa. Son numerosas las especies fúngicas que pueden colonizar los cultivos de trigo. Diferentes combinaciones de factores abióticos (humedad, temperatura, viento, lluvias, horas de mojado) y bióticos (actividad de insectos) pueden favorecer el crecimiento y la diseminación de las estructuras fúngicas y, en el caso de especies de hongos micotoxigénicas, contribuir a la aparición de micotoxinas en el cultivo en pie.
 
El desarrollo de la fusariosis de la espiga trae aparejadas importantes consecuencias en la calidad comercial, nutricional e industrial del grano. Por otro lado, las condiciones generadas durante la cosecha, postcosecha, transporte y almacenamiento son también de significativa importancia en el desarrollo de hongos en los granos. Son organismos que pueden crecer de forma general en amplios rangos de temperatura (entre 0 y 40°C), de PH (entre 2 y 10) y de humedad del grano (mayores a 14% en cereales). En este sentido cabe destacar que cada especie fúngica se desarrolla según una combinación ajustada de dichos factores. Por su parte, las micotoxinas también pueden producirse luego de la cosecha, incluso bajo una combinación de factores que en algunos casos difiere a los reportados para la colonización y crecimiento de los hongos. Por lo tanto, si bien la fuente de inoculo de los hongos corresponde básicamente al cultivo en el campo, donde existen condiciones ambientales para su colonización, se deberían realizar prácticas para evitar reproducir las condiciones favorables al crecimiento y diseminación de los mismos en las etapas de la cosecha y postcosecha.
Efectos a campo. Si bien las fusariosis no aparecen con gran incidencia todos los años en el campo, bajo cierta combinación de efectos climáticos como las ocurridas durante la campaña 2012 (humedad relativa ambiente superior a 80 por ciento y temperaturas alrededor de 20°C durante la etapa de floración y formación del grano) puede alcanzar una gran distribución.
El ataque de fusarium causa reducción en el rendimiento del cultivo, pero además afecta la calidad del grano, incluyendo los aspectos panaderos. En ataques tempranos puede provocar aborto de granos, limitando el número total que producirá la espiga o bien cuando el grano está formado limita su desarrollo, quedando chuzos, arrugados y en consecuencia muy livianos, con bajo peso hectolítrico.
En el cultivo se pueden observar espiguillas y espigas de color blanquecinas en contraste con las no afectadas de color verde. El tegumento adquiere un color blanquecino, puede tener zonas color rosado y el endosperma presentar un aspecto “yesoso” de color blanco intenso. La preparación para la recepción de trigo con fusariosis comienza antes de la cosecha.
Nivel de incidencia. Entre dos o tres semanas antes de la fecha típica de cosecha conveniente revisar los lotes de trigo para determinar el nivel de incidencia y severidad (si hay fusariosis y cuánto hay) de la enfermedad de cada uno de ellos. Generalmente diferentes lotes suelen tener diferentes niveles de afectación y no es conveniente mezclar lotes afectados con lotes sanos. Esto permite manejar mejor la logística de cosecha y almacenamiento.
Durante la etapa de cosecha, la regulación de la cosechadora debería tender a minimizar la molienda en la paja de trigo y trillar solamente la porción de la espiga con granos sanos, para posteriormente facilitar el trabajo del sistema de limpieza y provocar el volado de los granos de menor peso hectolítrico durante la limpieza.
Si el cultivo se presenta en posición erecta o “normal” hay que intentar que la cuchilla de corte trabaje unos 30 centímetros por debajo de la espiga y no más abajo. De esta forma se disminuye la relación paja/grano y se facilita la labor de trilla en el rotor o cilindro.
Recomendaciones
Monitoreo. Evaluar la presencia de fusarium en los lotes de producción para poder regular la cosechadora y establecer su forma de trabajo a los efectos de maximizar la limpieza, como así también para preparar la logística de recepción de mercadería afectada en el acopio.
Momento de cosecha. Cosechar granos con humedades cercanas a 18 por ciento para facilitar la limpieza.
Llegada al acopio. Evaluar en la recepción en la planta de acopio la presencia de granos con fusarium y segregar en tres categorías: granos sanos, levemente afectados y muy afectados.
Limpieza. Limpiar los granos preferentemente con separadores neumáticos. Recordar que los granos con fusarium son más livianos. Descartar los residuos de la limpieza.
Secado. Secar todo el grano húmedo previo al almacenamiento (hasta 14 por ciento) para detener el desarrollo del hongo y la producción de micotoxinas.
Micotoxinas. Ante la evidencia de fusarium hay que controlar la presencia de micotoxinas (DON) y cuantificarla. Emplear los granos contaminados, previo análisis de su nivel de contaminación, para el consumo de animales menos susceptibles, de producción de carne y no de leche. No emplearlos en raciones de monogástricos.
Seguimiento del alimento. Observar y reportar síntomas en los animales, como disminución de peso, inapetencia, rechazo de alimento, parálisis, inmunodepresión, que pueden estar relacionados con intoxicaciones nutricionales, asociadas a micotoxinas.
Seguridad en el acopio. Cuidado en la manipulación. Los granos afectados por hongos pueden despedir grandes cantidades de polvo, por lo que los trabajadores de las plantas de acopio deben utilizar los equipos de protección personal correspondientes, como las mascarillas para filtrar el polvo de grano. A su vez, el polvo puede contener micotoxinas, por lo que se recomienda extremar las medidas de limpieza de las áreas de almuerzo del personal.

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