domingo, 13 de enero de 2013


Tregua

Los últimos días del año el conflicto entre el sector agropecuario y el gobierno nacional se intensificó a partir de la decisión de expropiar el predio de Palermo de la Sociedad Rural. Pero un fallo judicial de la Cámara Federal Civil y Comercial alcanzó a frenar la adquisición estatal del terreno y una consecuente protesta de productores.
Sin embargo, los fogonazos continuaron. Es lógico, si se piensa que el campo lleva más de cuatro años reclamando la regularización del comercio de granos (especialmente el de trigo), la adecuación del precio del litro de leche, la quita de las retenciones, las trabas a la exportación de carne… y eso si contamos los pedidos de atención a los obstáculos de la actividad, y no tomamos en cuenta las súplicas para que haya de una buena vez por todas reglas claras del juego y políticas que potencien las posibilidades del sector.
Pero contrariamente a lo que podía pensarse, los fogonazos no vinieron de parte del campo, sino del mismo gobierno. A ellos aportaron los ministros Abal Medina, Alak, el vicepresidente Amado Boudou y hasta Norberto Yahuar, titular de la cartera de Agricultura, que en pleno conflicto por la Rural mencionó que la Mesa de Enlace “ya no representa a los sectores productivos”.
Por su parte, el campo tomó otro camino. La misma Mesa de Enlace que Yahuar cree obsoleta, reclamó esta semana la urgencia de generar espacios de diálogo.
¿Qué significa esto? Bajar el nivel de cruces, no responder a las afrentas, para que el gobierno se abra al diálogo y el consenso permita construir un clima de concordia. A través de un comunicado, la Comisión explicó los motivos que a su entender ameritan poner paños fríos: “hay una gran preocupación ante la insistencia del gobierno nacional, que busca la permanente confrontación entre los distintos actores sociales. Esto se da en un marco de situaciones límites que atraviesan las diferentes producciones agroindustriales en el interior profundo de nuestro país”. Y agregó: “el gobierno está a tiempo de hacer un giro razonable en su gestión para no llevar al país a un nivel de crispación y fractura. El camino no es provocar más irritación, sino la paz social”.
Tomada la decisión de bajar el nivel de confrontación, los integrantes de la Mesa de Enlace convinieron en reunirse cada 15 días para evaluar los resultados y comprobar si del otro lado, la estrategia se repite. 
agro-noticias.com
Alejandro Cánepa

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