sábado, 12 de enero de 2013


Plantas tóxicas para el ganado

Estudio sobre especies vegetales que amenazan la salud de los bovinos.
La intoxicación de los animales por la ingesta de plantas nocivas para su salud ha sido siempre un motivo de preocupación para el productor ganadero, ya que representan una amenaza permanente.
En la Cuenca del Salado existen condiciones que se han modificado en los últimos años, influyendo en el tipo y número de plantas tóxicas, y por lo tanto en el aumento del riesgo de intoxicaciones por su ingesta. Los principales cambios están asociados al avance de la agricultura, las variaciones climáticas, y aspectos relacionados al manejo de los rodeos, que han registrado un aumento en la carga animal, sobrepastoreo y el movimiento de animales entre diferentes regiones productivas.
Dada la importancia de este tipo de intoxicaciones, y el incremento de los factores predisponentes a la  presentación de enfermedades de origen tóxico, personal de INTA Cuenca del Salado ha orientado su trabajo a conocer y reconocer las plantas tóxicas y sus efectos sobre el ganado, cuadros clínicos y factores de riesgo predominantes.
Existen en esta región plantas tóxicas bien conocidas por los productores como el “sunchillo” (Wedelia glauca) o “duraznillo negro” (Cestrum parqui), capaces de ocasionar la muerte tras pocas horas de su ingesta, y otras especies como el “duraznillo blanco” (Solanum glaucophyllum), que producen problemas crónicos como el “enteque”.
Debido a la gran variedad y amplitud en la distribución de especies tóxicas se presume que se producen muchos casos que no son diagnosticados. Es probable que esa falta de diagnóstico se deba al desconocimiento de las plantas tóxicas, a la similitud de sus cuadros clínicos con otras patologías, a intoxicaciones subclínicas que pasan desapercibidas, o a la falta de concordancia entre los signos clínicos y la presencia de la planta.
Desde el INTA, con la observación y seguimiento de casos se pudo determinar que la mayoría de las plantas tóxicas no son consumidas voluntariamente por los animales debido a su baja palatabilidad. Su ingesta se da solo cuando existen ciertas condiciones como manejos con alta carga, baja disponibilidad forrajera, encierres prolongados que incrementan el hambre en los animales, falta de adaptación ante los cambios de alimentación, pastoreos de limpieza, desconocimiento de especies vegetales por animales provenientes de otras zonas, utilización de rastrojos invadidos por malezas tóxicas, presencia de plantas tóxicas en fardos o rollos y variabilidades ambientales que alteran a las especies vegetales.
Ante los cambios en el tipo y número de plantas tóxicas en la región de la Cuenca del Salado bonaerense, y debido al riesgo de intoxicaciones que para el ganado representan, como herramienta de asistencia al sector productivo el trabajo del INTA buscó generar aportes para el reconocimiento de las especies vegetales, el diagnóstico de casos y la implementación de medidas preventivas.
 

 
Para mayor información:
EEA Cuenca del Salado. Rauch |  Av. Belgrano 416
Tel  02297 440525 |
Referente: Med. Vet. Alejandro Rodríguez / Med. Vet. José Luis Quiroz García

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