martes, 15 de enero de 2013


Nutrición y corrección de suelos
 Pasturas que van al grano
 La experiencia realizada por Nidera Nutrientes en un tambo de la localidad de Castelli muestra la posibilidad de mejorar el nivel productivo de las pasturas e incluso habilitar a esos suelos para una posterior rotación agrícola.
La corrección de los suelos de la Cuenca del Salado está a la orden del día. Por un lado es una medida ineludible para producir las pasturas de alta productividad y calidad que hoy requiere la intensificación de la ganadería. Por otro, colabora en la actual tendencia a habilitar para el uso agrícola a muchos de los suelos de la región.
Frente a esto, Marcelo Palese, técnico de Nidera Nutrientes, señala que al encarar la siembra de una pastura, descontando la utilización de semillas de alta calidad y una adecuada estrategia de fertilización, es prioritario encontrar respuesta a ¿qué desbalance de nutrientes dejará en el suelo? Tal inquietud se basa en que la oferta forrajera debe ser enfocada como una producción intensiva, es decir, que brinde una alta entrega instantánea en breves períodos de tiempo.
Por lo tanto, para predecir el futuro comportamiento de la pastura a implantar resulta imprescindible realizar análisis de suelos que permitan describir la situación actual respecto de los nutrientes existentes. Esos análisis deberán alcanzar profundidades de hasta 60 cm y en algunos casos deberán llegar a los 80 cm cuando se presume que podrá haber un comportamiento anómalo de las raíces.
Debe considerarse que de los datos obtenidos a través del análisis de suelo, no basta con los referidos a niveles de fósforo, pH (potencial hidrógeno), materia orgánica y conductividad eléctrica, ya que estos, y sobre todo el fósforo, presentan elevadas interacciones con el resto de los elementos presentes en el suelo. Por lo tanto, para que el fósforo, que es el mineral “locomotora”, tenga un valor agregado, es vital que se encuentre ligado al equilibrio del calcio, el magnesio, el potasio, el hidrógeno, el aluminio, el hierro, el manganeso y el amonio, ya que todos determinan el nivel de pH.
Por otro lado, no debería tomarse como referente para todos los ambientes un único rango de fósforo. El valor de este nutriente se debe “construir” para cada situación particular. En línea con esto, es necesario adicionar información de fósforo en análisis que incluyan la disponibilidad por un período de más largo alcance como el Bray-2; y en los casos que tuviera el suelo una desviación importante del pH neutro, se adicionaría un P-Olsen o un Mehlich -ambos para los extremos-.
En situaciones caracterizadas por el exceso de lluvias, se debe considerar que se provocarán fuertes desequilibrios de los elementos descriptos, tanto en sentido vertical como horizontal, de manera que la condición nutritiva de la pastura en el mediano plazo estará supeditada a esas modificaciones presuntamente transitorias.
Cuando el objetivo es perpetuar la pastura que se implantará o la ya instalada, el conocimiento del suelo incluirá, además de los parámetros químicos-nutritivos descriptos en el análisis, a la actividad biológica y a los componentes físico-mecánicos (disposición porcentual de los macro y micro poros).

            Experiencia
En el tambo Don Esteban, de la localidad de Castelli, en base a los resultados de los análisis del perfil edáfico (Tabla 1), se aplicaron diversos correctores de suelo y mejoradores de la nutrición de la pastura ya instalada. Para ello se realizaron diversas pasadas del ancho de la fertilizadora para los materiales sólidos y de la pulverizadora para los líquidos. En ambos casos el objetivo fue “sembrar” el nutriente para determinar la necesidad de mejorar la performance del ambiente. Luego se instalaron las jaulas en cada una de las parcelas que recibieron los diferentes tratamientos, de esa forma no se interrumpió la regular rotación de la hacienda por los distintos potreros y a la vez se pudo cortar el material verde de cada jaula para la determinación de materia seca. Los cortes se realizaron en diferentes períodos del ciclo de la pastura, distanciados entre 45 y 60 días, o más cua! ndo las lluvias no lo permitieron.
Con los resultados obtenidos de las recorridas, muestreos de suelos, corte de material verde y valores de materia seca: la primera conclusión es que la posibilidad de corrección de suelos es una práctica que puede programarse con tiempo para los objetivos planteados y que es posible lograr mejoras de alto impacto en un ambiente que no siempre le es favorable a las especies instaladas.
Cada uno de los materiales nutritivos y de corrección utilizados en esta experiencia tiene la particularidad de elevar el estatus de disponibilidad de nutrientes en el tiempo. Entre otros, se incluyeron mezclas básicas Pampero, mezclas Pampero de alta performance, Pampero correctores, Pampero con liberación gradual y Azugran. En todos los casos, el objetivo fue cubrir una demanda cualitativamente superior en un mercado de pasturas cada vez más exigente.

Tabla 1. Análisis de suelo. Establecimiento Don Esteban
Prof. (cm)
0-20
20-40
40-60
pH
9,7
9,6
9,6
C.E. (mmhos/cm)
5,6
3,1
2,9
C t (%)
1,01
0,56
0,31
M.O. (%)
1,74
0,97
0,53
Ca (meq/100g)
4,2
3,1
3,8
Mg(meq/100g)
3,1
6,5
7,7
K (meq/100g)
1,67
2,75
3,24
Na (meq/100g)
8,17
18,48
19,57
P (ppm)
7,4
5,3

P Bray 2 (ppm)
15,8


P Olsen (ppm)
4,9


CIC (meq/100g)
11,8
24,5
30,3
S (ppm)
116,4
174,3

B (ppm)
3,83
4,23

Fe (ppm)
5,3
11,5

Mn (ppm)
7,0
1,9

Cu (ppm)
0,8
2,9

Zn (ppm)
0,7
0,3


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