“No tener la profesión veterinaria colegiada nos pone en desventaja en la región”

URUGUAY : Entrevista al nuevo presidente de la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU)

¿Qué significó para usted asumir la presidencia de la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU)?
Estoy vinculado desde hace varios años a la SMVU, representando a la institución en diferentes comisiones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y durante 10 años fui titular de  la filial de Canelones.
Es una enorme responsabilidad haber llegado a este cargo de la gremial y en un momento en el que por diversas razones las actividades colectivas han sufrido un deterioro. Es importante que la gente participe.

¿Qué desafíos tiene la gremial? 
 El principal desafío es transformar la profesión de acuerdo a las demandas de un mundo en permanente cambio. Creemos que el desarrollo de las biotecnologías, del bienestar animal y de la seguridad alimentaria son los grandes temas que estarán presentes en el futuro de la profesión veterinaria y que van a definir básicamente su actividad. Se suman a otras responsabilidades referidas a la producción animal, al desarrollo de las tecnologías y la clínica de los animales de compañía.

Ahora los veterinarios deben acreditarse ante el MGAP.  
Se trata de que los veterinarios de la  actividad liberal puedan cumplir tareas que los servicios oficiales le han delegado. Para eso necesitamos una capacitación acorde a los requerimientos de los mercados cárnicos, que fueron los que determinaron la necesidad de crear la ley mencionada. De ninguna manera sustituye otro desafío que tiene la profesión y que es lograr la colegiación. El Colegio Veterinario nos permitiría autorregular nuestra función y por ende controlar la acción de todos los veterinarios del país, sin necesidad de la acción de policía sanitaria que ejerce el MGAP, que muchas veces por falta de medios materiales y humanos no se logra concretar correctamente. El Colegio significa un código de ética que es aplicable a todos los profesionales y que además garantiza la dignidad y cristalinidad del ejercicio profesional. Ahora que se encuentra en la consideración parlamentaria esperamos que tenga un trámite adecuadamente rápido. Recordamos que una reciente auditoría (2008) de la Unión Europea marcó esa carencia precisamente.

¿Qué importancia tiene desde ese punto de vista la colegiación veterinaria? 
 Compromete en cierta medida nuestra relación comercial, porque los mercados recurren a las opiniones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) para realizar sus vínculos comerciales. Pero además nos pone en desventaja frente a la región. Solo Uruguay y Paraguay no tienen colegio veterinario y a nosotros nos impide realizar tareas en otros países, mientras que los profesionales de esos países pueden hacerlo en Uruguay.

¿Cómo ve los grandes temas sanitarios del país? 
En fiebre aftosa la situación es excelente, se ha trabajo muy bien y las nuevas herramientas que se han incorporado, como la  trazabilidad, son ayudas valiosas en el desarrollo y mantenimiento de una campaña sanitaria que se cumple de forma muy correcta. Respecto a otras enfermedades, la brucelosis nos preocupa mucho. Históricamente desde 1996, cuando se suprimió la vacunación con Cepa 19, funciona una comisión sobre esta enfermedad que permanentemente la está monitoreando, analiza y emite documentos con la opinión de la SMVU al respecto.
Es una enfermedad crónica cuya campaña de control y erradicación es larga y costosa. Se han cometido errores, los cuales fueron marcados en un documento de la SMVU emitido en febrero de 2011 y que en su mayoría se han ido solucionando. El MGAP nos ha informado que la situación tiende a mejorar. Creemos que se debe persistir en la acción y profundizar por ejemplo en los sangrados de movimientos de haciendas, en tener técnicos del MGAP especializados en brucelosis y básicamente comenzar a zonificar el país, buscando liberar zonas y en última instancia  tener la posibilidad de alcanzar la erradicación de la enfermedad. Hay un proyecto de erradicación, pero en nuestra opinión no están dadas las condiciones para ello y nos parece que habría que trabajar más en la etapa de control.
  
 ¿Qué opina sobre la tuberculosis animal y la garrapata?
Nos preocupa la tuberculosis no solo por su incidencia a nivel animal, sino también porque es una zoonosis, o sea una enfermedad trasmisible al hombre. Se ha producido una reactualización de la enfermedad con la aparición de nuevos focos, dentro de una epidemiología que no era la tradicional. Están apareciendo focos con gran cantidad de animales, afectando a los de corta edad, lo que requiere un trabajo muy específico, tanto de control, como de investigación epidemiológica que será fundamental para el control de la situación. Nos preocupa su recrudecimiento a  nivel humano, porque como se sabe es una enfermedad que ataca a las personas que tienen síndrome inmuno deficiente.
A su vez la lucha contra la garrapata es de importancia permanente y preocupa que no hayamos logrado ni siquiera mantener el número de establecimientos interdictos porque han aumentado, si bien se mantiene el estrato de zonificación.