martes, 22 de enero de 2013


La gata que ya amenaza a la soja

Muchas sojas ya están en plena floración, un momento crítico para extremar los cuidados, ya que se define el rendimiento del cultivo. Por eso, vale la pena tener en cuenta un informe difundido por el departamento de zoología agrícola de INTA Pergamino, que indica que la “gata peluda norteamericana” (Spilosoma virginica), que está afectando al [...]
Muchas sojas ya están en plena floración, un momento crítico para extremar los cuidados, ya que se define el rendimiento del cultivo.
Por eso, vale la pena tener en cuenta un informe difundido por el departamento de zoología agrícola de INTA Pergamino, que indica que la “gata peluda norteamericana” (Spilosoma virginica), que está afectando al girasol en esta campaña en la región girasolera del oeste bonaerense y noreste de La Pampa, también estará frecuentando los lotes de soja.
Esta plaga, con epicentro de ataque en la localidad de Trenque Lauquen (Buenos Aires), tiene elevado potencial de daño y puede expandirse, por lo cual no hay que descuidarse.
Es importante considerar, destaca el informe, que esta especie tiene algunas características partículares. Una de ellas está asociada a su identificación en el campo y tiene que ver con la presencia de pelos que la recubren (de ahí su nombre) y que también la protegen de los insecticidas. Otra de las características que la diferencian de las demás orugas es el daño que ocasionan.
Al atravesar mayor cantidad estadios larvales que, por ejemplo, la isoca medidora, su potencial de consumo es mayor, señala el trabajo. Además, va comiendo la hoja sin respetar sus nervaduras y alimentándose por completo del área foliar. Considerando el potencial de daño es subrayable que si no se la controla a tiempo los perjuicios en la soja pueden ser muy altos.
Se recomienda iniciar los tratamientos cuando las larvas presentan un tamaño no mayor a 2,5 centímetros.
Para un tratamiento eficaz es condición necesaria que al insecticida seleccionado se le agregue un buen tensioactivo, para que las gotas contacten a las larvas y no queden obstaculizadas por la densa pilosidad que las recubre.
Son recomendables los productos IGR con características de buen comportamiento sobre larvas chicas y de mediano tamaño, así como los que actúen por ingestión, indica el trabajo.
En otro plano, en el de las enfermedades, la soja y el maíz están teniendo algunos inconvenientes en la zona núcleo.
Por el lado de la soja, que está en promedio en R3, de acuerdo a informe de la experta Cristina Palacio, en el sur de Santa Fe un 70% de lotes muestreados presenta mancha ojo de rana (MOR) y un 70% de las plantas monitoreadas tiene al menos una mancha. Considerando la virulencia de esta enfermedad y las condiciones ambientales predisponentes, son importantes los monitoreos semanales en la soja de segunda.
Por otra parte, la mancha marrón y el tizón bacteriano están en un 100% de lotes monitoreados dentro de la misma región. El maíz, por su parte, está con 100% de los lotes evaluados con roya común y severidades en las hojas que rodean a la espiga que van desde 2% al 14%.  Por Pablo Losada

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