viernes, 18 de enero de 2013

En 2012 hubo prudencia en la demanda de maquinarias

El 2012 marcó una desinversión y deterioro de la flota de cosechadoras y tractores, ya que hubo “prudencia en la demanda de bienes de capital”, advirtió el especialista Héctor Sendoya, y señaló que los exportadores de “tecnología de siembra directa” atraviesan dificultades por el tipo de cambio. 
Este experto en maquinaria agrícola, que trabajó e interactuó con las principales marcas del mercado, sostuvo que 2012 fue un año “marcado con deficiencia de oferta”. En declaraciones a Radio Colonia, el director de Héctor Sendoya y Asociados señaló igual que “sin dudas la Argentina es un líder mundial en siembra directa”. 
“Se me ocurre que los fabricantes locales que estaban exportando bien su tecnología, como parte del paquete tecnológico que la siembra directa y la modalidad argentina han desarrollado, hoy se deben estar encontrando con dificultades severas de competitividad por la inflación en dólares que ha habido”, evaluó. 
Para Sendoya, “el retraso cambiario” los está “complicando en su competitividad internacional”. 
“Creo que los grandes países del mundo que se manejan en el área del dólar hoy se han vuelto más competitivos a la hora de exportar. Entonces los fabricantes locales están enfrentando un nuevo desafío que es cómo lograr competitividad internacional para una tecnología que sin ninguna duda es demandada en el mundo”, precisó. 
Respecto del ritmo de la oferta y demanda argentinas de maquinarias agrícolas, consideró que por año se requiere “como mínimo reponer de 1.300 a 1.400 cosechadoras”, y “5.000 a 6.000 tractores para mantener ese equilibrio de un modelo extremadamente eficiente en el uso”. 
Consideró que el “modelo productivo argentino es particular y único en el mundo, donde el 65% de la agricultura es en campo arrendado, sumado a un tamaño de explotación suficientemente grande como para alcanzar el punto de equilibrio”. 
“El 80 por ciento de la cosecha está hecha por contratistas, lo mismo que los trabajos de pulverización y siembra, con su porcentaje cada vez más alto”, añadió al presentar el panorama de actividades que moviliza el recambio de maquinaria. 
“Este año vamos a reponer muchísimo menos que eso. En cosechadoras se llegará a 700 entre todas las marcas, incluyendo a nacionales, y en tractores difícilmente se pase de los 4.500. Con lo cual es un año que estamos desinvirtiendo en el parque de maquinarias”, adelantó. 
Mientras, “2012 fue un año que marcó una desinversión y un deterioro de la flota de cosecha y de tractores, y en alguna medida también en siembra y pulverización”, insistió. 
Manifestó que se pasó de un régimen de “una apertura absoluta a uno de una dificultad absoluta, y en el medio lo lógico hubiera sido una cosa mucho más gradual y racional, con políticas de Estado de largo plazo”. 
“Diría que estamos entrando a un mercado un poco más racional, porque tampoco era lógico que en la Argentina el 80% de las cosechadoras y tractores fueran importados. Estamos entrando a una política un poco más equilibrada, pero, posiblemente, instrumentada de la manera menos adecuada”, detalló.

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