sábado, 5 de enero de 2013


El almacenaje del trigo con más de 14% de humedad representa un riesgo

El manejo incluye prelimpieza y la segregación del trigo afectado
Para programar adecuadamente la recepción y el tratamiento de la mercadería cosechada con humedad, lo ideal es contar con información previa de los lotes de la zona.
Los técnicos del Inta Balcarce y de la Universidad de Mar del Plata también recomiendan preparar la planta de acopio para segregar trigo con diferentes niveles de afectación, según lo que permita la infraestructura de cada planta de acopio en particular.
De no contarse con información previa de los lotes de producción, se deberá realizar un exhaustivo muestreo de los granos a la entrada del acopio.
 
Limpieza. Los lotes de granos afectados con fusarium se limpiarán más fácilmente con sistemas con ventilación forzada cuando el grano está ligeramente húmedo (mayor diferencia de peso entre el grano sano y el grano afectado).
Por estos motivos se recomienda segregar los lotes afectados y hacer una prelimpieza a la entrada en el acopio (antes del secado).
Los granos afectados con fusarium son más livianos que los sanos, por lo que es más práctico utilizar esta diferencia de peso para facilitar la limpieza. Una de las maneras más efectivas de separación es a través de una corriente de aire que “vuele” el grano afectado.
Los granos fusariosos separados por el sistema de limpieza probablemente tendrán muy baja calidad nutricional pero, fundamentalmente, pueden tener muy alta concentración de micotoxinas. Debido a ello no se recomienda su utilización en alimentación humana o animal. Ante la duda siempre conviene realizar un test de micotoxinas para determinar su concentración.
Secado y almacenamiento. Los granos afectados con fusarium tienen una importante carga de esporas de hongos.
El almacenamiento de grano seco (14 por ciento o menos) no representa ningún riesgo para el desarrollo de hongos ni para la producción de toxinas.
Por encima de 14 por ciento, los hongos comienzan a estar activos, y si la humedad del grano es superior a 20 por ciento el desarrollo del hongo es muy rápido y se crean condiciones para la producción de toxinas.
Debido a ello, el secado es la principal herramienta para prevenir el desarrollo de hongos y micotoxinas durante el almacenamiento.
Sin embargo, en aquellos lotes afectados es muy posible que se haya producido toxina a campo, la cual permanece en el grano durante todo el período de almacenamiento, inclusive después del secado, por lo que es muy importante su control.
El almacenamiento de grano seco no reviste ningún problema respecto del desarrollo de hongos o de micotoxinas, aunque puede contener micotoxinas que se desarrollaron durante la época de cultivo.
Por ese motivo el grano se debe almacenar estrictamente seco (con humedad igual o inferior a 14 por ciento). Además del secado, previo al almacenamiento, conviene limpiar el grano que viene con alto porcentaje de grano dañado por fusarium.
Efectos nocivos

Toxinas. Las micotoxinas son altamente resistentes a tratamientos físicos y químicos, por lo que las metodologías empleadas para su eliminación o desactivación deben ser cuidadosamente utilizadas.
No se eliminan. La concentración vomitoxina (DON) se puede reducir, pero no eliminar, con la limpieza del grano. Las fracciones producidas por la molienda de trigo reportan diferencias en las concentraciones de DON. En cambio, en el afrechillo, la toxina se concentra de 2 a 3 veces la determinada en trigo.

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