viernes, 4 de enero de 2013


Cristian Swett: “Las salmoneras se valorizarán bastante a futuro”

El gerente general de Ventisqueros dice que la industria “tiene fundamentos muy sólidos” para evidenciar una fuerte recuperación. “La oferta no podrá satisfacer la demanda de largo plazo, lo cual hará valorizar a las salmoneras”, afirma.
Pese a la actual situación que vive la industria salmonera en Chile, con precios considerablemente bajos a nivel internacional y un alza en los costos producto de una normativa más estricta, el gerente general de Ventisqueros, Cristian Swett, está optimista respecto a lo que se viene para el sector. 
“La industria salmonera tiene fundamentos muy sólidos que harán, sin duda, que las empresas salmoneras se valoricen bastante a futuro”, afirma el ejecutivo de la compañía, que es propiedad de la familia alemana Schörghuber, la cual en 2001 compró el 51% de las acciones de esta empresa fundada en 1989, y en el 2010 se hizo con la totalidad del capital social. 
“Existe una clara tendencia en el mundo hacia un aumento en el consumo de seafood, y la acuicultura es el único medio que puede satisfacer ese aumento de demanda futura. Dentro de la acuicultura, el salmón, sin duda alguna, es la especie más reconocida y apreciada, y su cultivo eficiente es muy restringido, por lo que la oferta no podrá satisfacer la demanda de largo plazo, lo cual hará valorizar las empresas salmoneras”, insiste el ejecutivo. Y agrega: “Los malos resultados que exhiben actualmente las empresas es producto de shocks de ofertas de corto plazo, pero que se revertirán en pocos meses más”.
En efecto, se calcula que la industria cerrará este año con pérdidas por más de US$700 millones, según estimaciones de la Asociación de Productores de Salmón Coho y Trucha (Acotruch). 
Esto, por los mayores costos derivados de las nuevas normativas y reglamentos para evitar nuevos casos que el registrado producto del virus ISA (que generó miles de despidos y millonarias pérdidas para la industria), a lo que se suma el bajo precio del salón en los mercados internacionales producto de la mayor oferta chilena.
Pero en Ventisqueros están confiados en un repunte. La firma maneja tres pisciculturas (una en construcción), 26 centros de engorda y 2 plantas de proceso. En sus operaciones emplea a más de 1.600 trabajadores.
Factura unos US$160 millones al año y proyecta superar los US$200 millones en el corto plazo. En 2011, la firma produjo 20 mil toneladas, cerrando este año en alrededor de las 30 mil toneladas. Para 2013, la idea es superar las 36 mil toneladas de producción. Por el momento, no está en los planes sumar socios o una eventual colocación en la bolsa para inyectar recursos frescos, precisa Cristian Swett, quien analiza el actual momento que vive la industria y sus proyecciones.
¿Hubo demasiado optimismo en la industria tras la crisis que generó el virus ISA? 
La industria salmonera sufrió pérdidas enormes debido al virus ISA. Los años siguientes al virus no hubo optimismo, más bien hubo cautela por parte de la industria, donde se espero para ver que las condiciones sanitarias fueran las adecuadas para volver al cultivo del salmón atlántico. Pasados tres años, la industria comenzó a crecer hasta llegar a los niveles previos al virus ISA.
¿Qué es lo que distingue a Ventisqueros dentro de la industria del Salmón?
Ventisqueros es una de las empresas más antiguas de la industria, la cual ha tenido una presencia por más de 25 años en el sur de Chile. Es una empresa completamente integrada en todas sus etapas: agua dulce, agua de mar y proceso. En el proceso tiene un centro de acopio y una planta de primer nivel. La compañía es reconocida tanto en la calidad de su materia prima como en su proceso. Una característica importante de Ventisqueros es que pertenece al grupo Shorghuber, el cual es un grupo familiar que tiene una orientación clara a generar valor en sus empresas a través de hacer las cosas bien y satisfacer a sus clientes, trabajadores y a la comunidad donde se desarrollan.
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la compañía?
Esta es una salmonera integrada verticalmente, que en los últimos años ha aumentado bastante su producción y, a su vez, ha crecido en las operaciones en cada una de las unidades de la cadena de valor. Los desafíos en la empresa se encuentran en consolidar la integración de todas las unidades y hacerlas más eficientes y, paralelamente, ir creciendo en su operación en los próximos años.
¿Cuándo considera usted que se podría presentar un alza en el precio de venta de salmón a nivel mundial? Analistas han afirmado que podría ser a fines del primer semestre de 2013.
Nosotros estamos más optimistas, creemos que durante el primer trimestre se debería ver una pequeña alza, la cual se debería consolidar durante el segundo trimestre. Actualmente, se pueden ver señales tanto en los mercados de Japón como en Estados Unidos de aumentos de precios
Ustedes planificaban aumentar su producción para 2013. ¿cómo siguen avanzando en esa meta?
Seguimos avanzando en nuestro plan productivo, el que consiste no solo en aumentar nuestra producción, sino que también en quitarle estacionalidad al negocio. El objetivo es mantener una diversificación de especies, pero apuntando más hacia la producción del salmón atlántico.
¿Qué responsabilidad le cabe al Estado en la regulación de la producción? Se lo pregunto por la solicitud que realiza el gremio por mayores restricciones.
Toda la salmonicultura se desarrolla en un medio que compartimos todas las empresas, el mar, por lo cual, de una u otra forma las acciones de una empresa afectan a toda la industria. Las empresas no están solicitando más restricciones, sino que una regulación común que salvaguarde la condición sanitaria del mar.
¿Ve oportuna actualmente la apertura a la bolsa de la compañía que usted encabeza?
Por el momento, creemos que el crecimiento lo realizaremos dentro del grupo, no tenemos contemplado una apertura en bolsa en el corto plazo.

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