viernes, 4 de enero de 2013

Columna: Trazabilidad, requisito indispensable para convertir a Chile en potencia agroalimentaria


Por Waldo Hudson Klapp*, Director de la Escuela de Recursos Naturales  Duoc UC.
12 de marzo de 1989: Estados Unidos y Canadá rechazaban uvas de mesa chilenas debido a que la FDA había detectado en el puerto de Filadelfia la presencia de trazas de cianuro en una partida. Sin duda fue un día negro para la agricultura chilena, transformándose en un automático desastre, pues las pérdidas fueron cercanas a 300 millones de dólares de aquellos años, sin contar el daño considerable de la imagen país como productor y exportador de frutas y hortalizas inocuas. Sin embargo, también fue  un hito histórico para Chile, ya que fue el precedente que marcó la importancia de “rastrear” la cadena productiva y de comercialización de los alimentos producidos en el país,  cuyo destino fuesen los mercados externos.
En otras palabras, se comenzó a trabajar en trazabilidad,  lo que según la comunidad europea se define como la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución de un alimento (para uso humano o animal). Las empresas de aquellos años implementaron en forma voluntaria sistemas de trazabilidad, pero en el año 2005  ésta  se convirtió  en un proceso de gestión y monitoreo obligatorio para la exportación,  con la entrada en vigencia de la Ley de Antibioterrorismo impulsada por Estados Unidos y el Reglamento Nº178 de la Comunidad Europea. Pensar en proyectar a Chile como potencia agroalimentaria sin considerar la trazabilidad en estos momentos es imposible, o sea, es un mínimo o un desde, a partir del cual debemos comenzar a trabajar.
Chile tiene hoy todas las herramientas y tecnologías para realizar trazabilidad de sus productos agropecuarios,  pudiendo lograr diferenciarse de sus  competidores,  y asegurar la inocuidad y seguridad alimentaria. Pero debemos dar un paso más allá para transformarnos en una potencia agroalimentaria. Recientemente, el Ministro de Agricultura sostuvo que faltan 40 mil trabajadores en el sector  agrícola, en especial temporeros. Esta escasez  de trabajadores calificados en el agro es reflejo de una necesidad mayor: es evidente la insuficiencia de especialistas capaces de implementar y controlar la trazabalidad de los productos agroalimentarios.
Luego de detectar este déficit consultando a un panel de más de 50 profesionales del sector, en Duoc UC decidimos impartir una nueva carrera: Técnico en Calidad y Seguridad Agroalimentaria, un técnico capacitado en colaborar en el aseguramiento de la inocuidad de  los productos, acreditando normas y estándares de higiene requeridas por los países importadores.
En la actualidad, la industria está preparada para  ofrecer trabajo a todos quienes se hayan instruido en este ámbito, razón por la cual los futuros titulados tienen garantizados ingresos muy atractivos de alrededor de 450 mil pesos al primer año de egreso, para llegar a rentas cercanas a 800 mil al cuarto año. Asimismo, las estimaciones indican que existen sobre 6 mil empresas agroalimentarias certificadas y habilitadas para el mercado de las exportaciones, que potencialmente requerirán contratar estos técnicos. Es un esfuerzo que apunta a la sustentabilidad del país. Las empresas han recibido esto como una buena noticia y, pese a que aún no tenemos egresados, ya nos solicitan a estos especialistas, lo que reafirma que  la trazabilidad es un procesosine qua non para lograr que Chile se transforme en potencia agroalimentaria.
*Ingeniero Forestal, Universidad de Chile. MBA,  Universidad Adolfo Ibáñez.

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