Alquiler de campos : Un negocio que exhibe síntomas de fatiga

Un tema que no dejan de advertir quienes producen sobre tierras de terceros en una importante escala es que este negocio viene registrando un constante deterioro en los últimos años. Según el productor Alberto Marchionni, esa situación tiene origen en tres motivos. En primer lugar, “la permanente suba en el valor de los arrendamientos, que [...]

Un tema que no dejan de advertir quienes producen sobre tierras de terceros en una importante escala es que este negocio viene registrando un constante deterioro en los últimos años.

Según el productor Alberto Marchionni, esa situación tiene origen en tres motivos. En primer lugar, “la permanente suba en el valor de los arrendamientos, que en los últimos 10 años pasó de un valor de 11 quintales para el mejor campo en la zona núcleo a un costo actual de 18/20 quintales”.

En segundo lugar se ubica el aumento de los insumos, fundamentalmente fertilizantes que, según Marchionni, han tenido aumentos de alrededor del 100%. Como tercer motivo se menciona el incremento de los costos traducidos a dólares [si bien se pagan en pesos]. Esto hizo, según el productor, que, por ejemplo, el servicio de siembra pasara de US$ 18 por hectárea en 2003/04 a US$ 48 en la campaña en marcha. “Fue un aumento del 166% en la moneda que se comercializan los granos”, precisó.

Tipo de cambio

En Cazenave & Asociados también alertan sobre la pérdida de competitividad. “El negocio está afectado por la pérdida de competitividad a raíz de la disparidad del ajuste del tipo de cambio contra la inflación”, señaló Luis González Victorica, presidente. “Estamos vendiendo con un tipo de cambio de 3,50 pesos/dólar y esto significa un desfase mayor que en los años de la convertibilidad, sólo atenuado por mejores precios internacionales”, añadió.

Esta empresa redujo “un 10 por ciento la superficie, dados la menor rentabilidad esperada y el incremento de costos por la inflación de los insumos, por ejemplo, en fletes”.

Para González Victorica, la campaña pasada dejó quebrantos en el agro que se esperaba que fueran compensados esta campaña, pero los eventos climáticos con pérdidas de superficie “dejan muchas dudas del resultado actual”.

“A todo esto se le agregan las intervenciones del Estado en la comercialización de trigo y maíz, que quitan transparencia”, indicó.

Diego Sánchez Granel, de Man Agro, agregó que otro factor de preocupación y ocupación son los costos de estructura. “La creciente inflación y la leve devaluación están poniendo este costo, que siempre fue una ventaja competitiva de las asociaciones de siembra o pools en seria desventaja”, opinó.

A todo esto, Marchionni se refirió al financiamiento. “Es muy escaso y costoso. Las empresas proveedoras de insumos han financiado en la presente campaña con tasas de entre el 12 y el 22% en dólares. Los créditos [de bancos] no son suficientes dado el grado de inversión que se necesita para producir. Las tasas son altas teniendo en cuenta el nivel de rentabilidad del negocio”, explicó el productor.