viernes, 14 de diciembre de 2012


Se perdieron más de 12.000 empleos en frigoríficos

«El Gobierno debería estar abierto al diálogo, darles participación a los actores de las cadenas productivas y tener funcionarios capacitados para resolver equitativamente los temas que preocupan al campo», aseguró a este diario el productor tambero de la localidad bonaerense de Bunge, partido de General Villegas, Carlos Jorge González y advirtió que «por políticas erróneas se perdieron más de 12.000 empleos en frigoríficos».
Periodista: ¿Qué opina de la situación actual que atraviesan los cultivos de soja, maíz y trigo? ¿Cree que la cosecha será récord o que el clima finalmente afectará a los cultivos?
Carlos Jorge González: Sin duda el clima afecta a los cultivos. En forma inmediata complica al trigo y cebada ya que la zona central está inundada y en el sudoeste hay sequía. Esto repercute en la calidad de los granos. Seguramente habrá problemas de abastecimiento y el productor verá limitado el acceso a los precios internacionales. En maíz, si bien habrá rindes unitarios altos esto no alcanzará a cubrir las faltantes de siembra y los lotes anegados ya que la región central bonaerense afectada es muy grande. En soja, si se moderan las lluvias se podrá sembrar durante diciembre en lotes altos pero el área será menor a la prevista. En definitiva, será una cosecha de 80 millones de toneladas.
P.: ¿En qué falla la política agropecuaria oficial?
C.J.G.: No hay reglas estables, claras, permanentes, previsibles. Se improvisa todo. Hay temas inexplicables, por ejemplo en la comercialización en cualquier área: damascos y duraznos valen de 60 centavos a $ 1 en kilo, mientras que en la góndola cuesta entre $ 16 y $ 18. Lo mismo ocurre con los lácteos, el queso duro de primera sale de fabrica a $ 38 el kilo y en el supermercado está a $ 110. Ni hablar de la leche, cuyo margen debería ser muy escaso por su implicancia en la alimentación. Estoy seguro que en algunas áreas los temas se desconocen. Si no, no podrían explicarse estas distorsiones.
P.: ¿Cuáles son las tres principales medidas que el Gobierno debería tomar para evitar confrontar con el campo?
C.J.G.: Mantener un diálogo que permita que los integrantes de las cadenas participen en su totalidad, establezcan las reglas de juego y políticas estables y el Gobierno actúe como normatizador, equilibrador de las posiciones extremas. Es decir el Gobierno debería estar abierto al diálogo, darle participación a los actores de las cadenas productivas y tener funcionarios capacitados para resolver equitativamente los temas.
P.: ¿Qué opinión tiene del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar?
C.J.G.: Si bien un ministro no necesita conocer todos los temas, debería tener buenos asesores en cada una de las áreas, escuchar a los integrantes de las cadenas y ser operativo, ejecutivo y resolver rápido los problemas. Yauhar está utilizando el Ministerio como plataforma política para lanzarse como diputado el próximo año, olvidándose de los problemas del campo como las inundaciones.
P.: ¿Qué le diría al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, si pudiera mantener una reunión con él?
C.J.G.: Que se vaya, que demasiado daño le ha hecho al país.
P.: ¿Qué situación atraviesa hoy el sector lechero?
C.J.G.: La lechería está marcada por precios de la leche por debajo de los costos en tambos normales, la inundación y sus costos adicionales con baja de la producción e inversiones futuras cuantiosas para los afectados. Los consumidores que cada vez pagan más y los productores que cada vez cobran menos. Lo único que predica el Gobierno a través del subsecretario de Lechería, Arturo Videla, es una ley impracticable, hecha por incompetentes, más una intervención distorsiva que no resiste el menor análisis legislativo, técnico ni político.
P.: ¿Y el sector ganadero? ¿Cómo está la situación del mercado cárnico?
C.J.G.: Este sector es quizás el más emblemático en las distorsiones y políticas erróneas, que han conducido a una pérdida de stock de 12 millones de cabezas, pérdida de más de 12.000 mil empleos en frigoríficos y con riesgo de estabilidad laboral en 8.000 puestos de trabajo y 125 plantas de faena cerradas. En cuanto a las exportaciones Argentina quedó detrás de Uruguay, Paraguay y hasta de la Unión Europea, que importaba nuestra carne. De un 20 por ciento histórico de las exportaciones de nuestra producción pasamos a apenas el 7 por ciento, hasta incumpliendo la Cuota Hilton cuyos valores triplican los cortes comunes. Hay un coctel que incluye retenciones, más atraso cambiario explosivo y sin salida y un desconocimiento del sector por parte del Gobierno. Brasil hace 15 años tenía menos ganado que Argentina y hoy tiene cuatro veces más.
P.: Desde el sector aseguran que no son formadores de precios y que en los grandes supermercados los productos que ustedes generan se venden mucho más caros de lo que ustedes perciben ¿cuál es el problema de fondo?
C.J.G.: Es cierto, los márgenes de los supermercados son cada vez mayores. Un litro de leche que históricamente tuvo márgenes del 15 por ciento hoy supera el 30 por ciento y un queso cuyos márgenes eran del 40 por ciento hoy están a más del 100 por ciento, llegando en algunos casos al 180 por ciento. El problema es que falta un Estado que equilibre y como la distorsión es tal, para mantener los índices, la Secretaria de Comercio negocia con las grandes cadenas poner canastas en oferta a precios irrisorios (para la obtención de datos) que cuando el consumidor los busca en las góndolas no los encuentra.
P.: ¿Es cierto que los impuestos que pagan están, en muchos casos, por arriba de las ganancias que logran?
C.J.G.: Obvio. Entre la diferencia cambiaria, las retenciones y los impuestos provinciales con aumentos exorbitantes, en el caso de la soja que es el cultivo más seguro y rentable, los impuestos superan el 60 por ciento de las ventas.
Entrevista de Soledad Ricca

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.