lunes, 10 de diciembre de 2012


Estiércol vacuno minimiza daños causados por la minería

Ars (Agricultural Research Service, traducido: Servicio de Investigación Agrícola) es la principal agencia de investigación científica del Usda (Departamento de Agricultura de Estados Unidos). El 26 de octubre Ars divulgó un artículo de Ann Perry titulado “Utilización del estiércol para minimizar los daños causados por la minería” en el cual se señala que estudios científicos [...]
Ars (Agricultural Research Service, traducido: Servicio de Investigación Agrícola) es la principal agencia de investigación científica del Usda (Departamento de Agricultura de Estados Unidos). El 26 de octubre Ars divulgó un artículo de Ann Perry titulado “Utilización del estiércol para minimizar los daños causados por la minería” en el cual se señala que estudios científicos realizados por Ars confirmaron que “la práctica común de enmendar los suelos agrícolas con el estiércol de ganado también puede ayudar a restaurar los suelos en las tierras dañadas por la minería”.
Agrega la nota de Perry que en Misuri, Kansas y Oklahoma (EEUU) hay “miles de acres que no tienen ninguna vegetación” o que tienen muy “poca vegetación”, tratándose de “acres previamente explotados para el plomo y el zinc”, fruto de las actividades mineras que “dejaron un legado de suelos ácidos y contaminados con el plomo, sitios tóxicos de fundición de metales, y grandes cantidades de residuos de minería conocidos en inglés como ‘chat’”.
El artículo narra que Paul White (un científico estudioso de los suelos), junto con la Unidad de Investigación de la Caña de Azúcar de Ars Houma (Luisiana, EEUU) “participó en un grupo que investigó si agregar un compost del estiércol del ganado vacuno al suelo en los sitios de minería podría proveer el carbono necesario para mantener una cubierta sana de vegetación. Los científicos también quisieron determinar si el compost podría reducir los niveles de plomo y zinc que podrían contaminar el escurrimiento durante la lluvia fuerte”.
El mecanismo utilizado por los investigadores fue enmendar suelos afectados por la minería “con 20 o 120 toneladas del compost del estiércol del ganado vacuno por acre, y estableció un cultivo de cobertura del césped Panicum virgatum en todas las parcelas. Luego tomó muestras del suelo de los sitios cinco veces durante el estudio de dos años”.
CONCLUSIÓN. “Después de dos años, los suelos en las parcelas que recibieron los niveles más altos del compost tuvieron aumentos significativos del pH, la cantidad del fósforo disponible a las plantas, la cantidad total de nitrógeno, y las cantidades del carbono y del agua disponible a las plantas. Las enmiendas que contuvieron niveles altos del compost también aumentaron la biomasa microbiana y la actividad de enzimas en el suelo, junto con el potencial para la nitrificación, los cuales crean y apoyan condiciones favorables para el establecimiento y el crecimiento de plantas”, asegura el artículo de Ann Perry publicado en la web de Ars.
“Las tasas altas del compost también redujeron la disponibilidad de plomo y zinc en el suelo por aproximadamente el 90%, y esta actuación podría reducir la cantidad de plomo y zinc disponible para contaminar las vías fluviales cercanas. Ya que los niveles altos del zinc biodisponible inhiben el crecimiento de plantas, ésta también ayuda a promover el establecimiento de una cubierta vegetal que minimiza el escurrimiento y la erosión del suelo”, concluye.
Estas conclusiones fueron publicadas en 2011 en la revista Applied Soil Ecology (Ecología Aplicada del Suelo)

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