miércoles, 12 de diciembre de 2012


El “relato” se infla de orgullo: le ganó un round a Griesa y va por la victoria épica y la recuperación de la “autoestima nacional”

Para Cristina, llegó en el momento justo. El fallo que deja en suspenso la orden de pagarle a los “fondos buitre” representa para la Presidenta una victoria en lo político. En el terreno judicial le permite al país ganar tiempo, ya que no se resolvió la cuestión de fondo. Implicancias .
La noticia llegó justo, en el momento que más lo necesitaba. Cristina Kirchner le ganó un round al juez estadounidense Thomas Griesa, ahora devenido en el nuevo malo de la película para el “relato” oficial.
Con la decisión tomada por la Corte de Apelaciones -que haciendo lugar a un pedido de la Argentina dejó en suspenso la orden de pagar u$s1.330 millones a los “fondos buitre” el próximo 15 de diciembre-, la Presidenta se anota una indudable victoria política.
No tanto desde el punto de vista del proceso judicial que envuelve al pago por el remanente de la deuda, ya que en ese ámbito lo que el Gobierno argentino ganó es tiempo. El suficiente como para atravesar este conflictivo fin de año sin el riesgo de caer en default técnico y poder reelaborar una estrategia negociadora.
Porque está claro que lo que se obtuvo fue la suspensión del fallo que obligaba a pagar de inmediato el 100% de lo reclamado por los “buitres”, pero no resuelve sobre la cuestión de fondo, donde la Argentina sigue en desventaja.
Para ponerlo en términos futbolísticos, se podría decir que la Argentina estaba perdiendo, pero cuando el partido ingresaba en su último minuto consiguió que le concedieran un alargue.
En cambio, desde el punto de vista político, la Presidenta obtiene una victoria. Y con un “timing” inmejorable. Es que el fin de año la encuentra:
• En un momento de baja popularidad.
• Con un clima social y político enrarecido.
• Con una economía que sigue sin recuperarse.
• Cuando se ve obligada a adoptar posturas antipáticas, como subas en las tarifas de servicios y la negativa a actualizar el Impuesto a las Ganancias.
Diciembre será, además, un mes difícil desde lo financiero, con un repunte estacional de las necesidades fiscales y con la obligación de afrontar pagos externos por u$s4.200 millones.
Para colmo, la gran cruzada política contra el multimedios Clarín cuenta con probabilidades de jugar un efecto “boomerang” en caso de que -tal como sostienen varios expertos en derecho de telecomunicaciones- con elfamoso 7D no ocurra nada especial y termine siendo un fiasco para la “tropa” kirchnerista.
En este contexto, la pelea con los fondos buitre es uno de los últimos temas que siguen siendo funcionales al “relato”.
Lo dejó en claro Cristina ayer, horas antes de conocerse el fallo de la Cámara de Apelaciones. Durante un almuerzo de la Unión Industrial Argentina junto a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, cuando retomó el tema.
Y resumiendo la postura que ha sostenido en las últimas semanas, afirmó: “Constituimos el contramodelo de un mundo donde el capital financiero y sus derivados se han convertido en amos y señores. Por eso nos quieren castigar“.
El día anterior, ante el mandatario de Perú, Ollanta Humala, la Presidenta había insinuado que pedirá el acompañamiento de todos los países de la región a la postura argentina, como forma de darle mayor peso diplomático a su batalla contra los “buitres”.
Aprovechando la circunstancia de la cumbre presidencial de la Unasur, que se realizará este viernes en Lima, dio a entender que promoverá una declaración conjunta en contra del “colonialismo judicial” del que la Argentina está siendo víctima.
La estrategia de “internacionalizar” la pelea
Por lo pronto, la decisión de la Cámara de Apelaciones estadounidense parecería abonar el argumento de la Presidenta en el sentido de que una condena a la Argentina dañaría a todo el sistema financiero global.
Lo que se sostiene desde el Gobierno es que un tratamiento preferencial para aquellos que, en minoría, no aceptaron ingresar al canje, sentaría un precedente negativo.
Y que traería una especie de “efecto contagio” en el que todos los procesos de canje entrarían en descrédito.
Con el contexto de una Europa convulsionada y varios países en proceso de reestructurar sus deudas con quitas de capital, la Argentina aspira a que su causa pase a ser un caso líder para todo el mundo financiero.
Sin embargo, no todos opinan igual que las autoridades argentinas. Un artículo del influyente diario británicoFinancial Times pone en duda que un fallo contra el país represente un riesgo en la concreción de nuevos procesos de canje.
Y sostiene que, más bien, el caso argentino tiene algunas peculiaridades como fruto de su situación política.
“Los bonos de Argentina implicaban una promesa de igual pago, no sólo de igual categoría. Eso claramente fueviolado por la Ley Cerrojo que promulgó el país y que prohíbe el pago a los holdouts”, señala la publicación.
Y continua diciendo que “si bien el tribunal no basó sus fallos en la ley, hizo que fuera más evidente el incumplimiento. Los abogados sostienen que podría ser más difícil argumentar otros casos con la cláusula ‘pari passu’”.
Y, citando fuentes judiciales estadounidenses, afirma que la situación argentina no hará que se frustreneventuales reestructuraciones de deuda soberana en el futuro cercano.
De todas formas, la Argentina obtuvo este miércoles una victoria importante. Y es que la Corte no solamente suspendió su obligación de pago sino que, además, hizo lugar a que sea escuchado, en el proceso judicial, elalegato de los bonistas que sí habían aceptado los canjes de 2005 y 2010.
Esto podría interpretarse como un apoyo al argumento argentino de que “el dinero que se pretende embargar no es propiedad de la Argentina, sino que es un activo de los acreedores que ingresaron a la reestructuración de deuda”.
Tanto estos inversores como importantes instituciones de Wall Street, incluyendo al Banco de Nueva York,sostienen la postura de que un castigo a la Argentina podría implicar daños a terceros, incluyendo al propio sistema financiero internacional.
Cuestión de autoestima
En los tres meses que tiene por delante, el Gobierno no solamente tendrá tiempo como para revisar su estrategia judicial, sino también su discurso.
En el aspecto jurídico, casi todos los analistas consideran que habrá un único camino posibleabrir la posibilidad de que los acreedores que habían rechazado el ingreso al canje en 2010 puedan obtener unanueva oportunidad para adherir al plan, en las mismas condiciones.
Es, a fin de cuentas, algo que venía siendo reclamado por varios expertos, y que el propio ministro Hernán Lorenzino admitió explícitamente luego de la apelación hecha por el país.
“Una propuesta que traslade a los bonistas que no entraron al canje las condiciones del (canje) de 2010 iría en línea con los antecedentes de nuestro país y sería pasible de ser debatida en el Congreso”, había dicho Lorenzino.
El cambio de actitud fue elogiado por economistas críticos del Gobierno. Como el ex ministro RobertoLavagna, artífice del canje de 2005, quien se manifestó satisfecho de que “empieza a haber algúnreconocimiento de que, bajo ciertas condiciones, una parte puede ser pagada”.
No obstante, reclamó “menos verborragia y un poco más de realismo en lo que se está ofreciendo”.
También el ex presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, cuestionó el manejo realizado hasta ahora por el Gobierno, en el sentido de que ha sostenido “un doble discurso que ahora nos cuesta caro”.
Y reclamó: “Ahora, que el Gobierno aproveche el tiempo para argumentar con seriedad”.
En definitiva, todas las opiniones apuntan a que lo que agravó la situación no fue tanto la presión de los “buitres” sino la propensión que el Ejecutivo ha tenido por sostener un discurso agresivo y desafiante que llegó a irritar al juez Griesa.
Lo que será interesante de observar de aquí en adelante es el giro retórico del Gobierno para aceptar -luego de haber afirmado enfáticamente que jamás habría una negociación con los “fondos buitre”- que ahora existe la voluntad de pagar.
No será, por cierto, la primera vez que el “relato” dé pruebas de su elasticidad. Como, por ejemplo, cuando se afirmó que el dólar barato era una defensa de la industrialización, después de años de haber defendido una política de tipo de cambio alto.
O, sin ir más lejos, cuando se realiza una cruzada contra Clarín por su condición de “jugador monopólico”, cuando fue el propio Néstor Kirchner quien había autorizado la fusión entre Cablevisión y Multicanal.
Será, entonces, el momento de sentarse a charlar cara a cara con los “fondos buitre”, convencerlos sobre la seriedad argentina para el cumplimiento de sus obligaciones financieras y argumentar que se llegó incluso a la instauración de un cepo cambiario con tal de asegurar que el país siempre tenga a mano los dólaresnecesarios para pagar los vencimientos.
La propia Presidenta ha demostrado su habilidad para manejar ese discurso ambiguo.
Así como muestra agresividad hacia la “economía casino“, las agencias calificadoras de riesgo crediticio ylos buitres que apuestan al default -y que transforma en virtud el hecho de marginarse del mercado de capitales- también reivindica el valor de la prolijidad como pagador.
Hemos pagado con fondos propios puntualmente desde 2005 sin acceder al mercado de capitales y lovamos a seguir haciendo porque vamos a hacer honor a nuestros compromisos, como corresponde a un país que recuperó su autoestima”, afirmó Cristina ayer, antes de conocerse la decisión favorable de la Corte de apelaciones.
El “relato” tiene por delante la posibilidad de avanzar en otra victoria épica. En este contexto, el acuerdo con los buitres servirá como punta de lanza para gestar una “nueva recuperación” de la ”autoestima nacional”.

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