viernes, 14 de diciembre de 2012


El desafío es producir más para todo el mundo

Con insistencia venimos diciendo que el mundo necesita más y mejores alimentos, ya que la población mundial es cada vez mayor y hay consumidores que cada vez quieren mejores alimentos que están dispuestos a pagar esa calidad. Se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones de habitantes en algo más de 30 años y que se necesitaran más alimentos, los cuales deben incrementarse en un 70% para que alcance para todos.








Con insistencia venimos diciendo que el mundo necesita más y mejores alimentos, ya que la población mundial es cada vez mayor y hay consumidores que cada vez quieren mejores alimentos que están dispuestos a pagar esa calidad. Se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones de habitantes en algo más de 30 años y que se necesitaran más alimentos, los cuales deben incrementarse en un 70% para que alcance para todos.
Para esto no cabe duda que es necesario agudizar el ingenio y lograr de alguna manera incrementar primero la capacidad de las tierras de cultivo, de que la producción por unidad de superficie sea mayor, y para ello el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.
En este sentido, diferentes organizaciones mundiales como la FAO trabajan en procura de aumentar la producción de alimentos en el mundo y a la vez empresas de diversa índole también aportan para lograr ese objetivo.
La posibilidad es sumar nuevas tierras, que cada vez son menores, si pretendemos cuidar el medio ambiente en zonas que nunca fueron explotadas o lograr que tierras ya inservibles se recuperen para una nueva actividad agropecuaria. Para ello se debe usar la inteligencia en busca de sólo aumentar la productividad por unidad de superficie.
Decisiones
Además, el mundo debe lograr no solo producir los alimentos básicos sino también otros bienes, en lo cual el hombre está dispuesto a pagar para consumirlos. La sociedad actual quiere más alimentos, pero a la vez quiere cambios.
Los cambios que la sociedad viene imponiendo a las actividades agroproductivas e industriales necesitan de los aportes invalorables de la tecnología, pero a la vez de decisiones políticas y empresariales consensuadas y que miren al futuro en el mediano y largo plazo.
Los cambios en las necesidades de consumo son permanentes y el sistema productivo agro industrial debe adaptarse a estos cambios en procura de lograr satisfacer las necesidades de consumo del hombre.
El proceso productivo se inicia hace miles de años atrás, después de que el hombre se dio cuenta que con lo que cazaba, pescaba o cosechaba de plantas que crecían naturalmente donde vivía no alcanzaban y a la vez tenía que deambular por extensos territorios en procura de suministrarse comida.
La necesidad hizo que el hombre utilice su ingenio a través de los siglos para poder ir mejorando sus distintos sistemas productivos. Así, el hombre aprendió que el uso constante del suelo y la práctica del monocultivo causaban muchos problemas en sus producciones.
Observaba que la reposición de limo y humus que hacia río Nilo a las orillas de sus cauces hacia que la tierra fuera fértil y no sucedía lo mismo en tierras que se encontraban alejadas de estos lugares, donde la producción decaía año tras año hasta hacerlas improductivas.
En lo que respeta al monocultivo, tuvieron una fuerte experiencia en Europa, precisamente en Irlanda, con la destrucción de todas las plantaciones de papa desde el año 1845 hasta 1854, a causa de la fitoftora, en la cual murieron más de un millón de personas y otras tantas tuvieron que irse por no tener que comer.
El hombre de a poco fue conociendo las herramientas y los métodos de cultivo y producción más eficientes para lograr aumentar los rendimientos y poder satisfacer las necesidades crecientes de alimentos en el mundo.
Todo este crecimiento productivo también trajo aparejado otros problemas, principalmente ecológicos, y de las cuales los productores conocemos cuando no realizamos las tareas que corresponden.
Riqueza
Con toda esta evolución y revolución productiva, sumada al desarrollo de la biotecnología que nos da otra mano para producir más y mejor en menor superficie, que todavía existan en el mundo gente, pueblos, ciudades y países que se mueren de hambre, deja en claro la mala distribución de la riqueza que existe, pero a la vez que la necesidad de alimentos sigue estando presente.
Por ello es fundamental que se pueda seguir invirtiendo en investigación y transferencia de tecnología y apoyar todo lo relacionado con la mejora de la rentabilidad del hombre de campo, llámese apoyos crediticios, incentivos impositivos, apertura de nuevos mercados, entre otros, para que de alguna manera su esfuerzo siga siendo recompensado y que se pueda seguir sembrando año tras año una nueva esperanza en beneficios de todos.

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