lunes, 17 de diciembre de 2012


Barenbrug afirma que sólo once bolsas de semillas no tenían identificación

La multinacional holandesa aclaró que sólo once de sus bolsas de semillas fueron vendidas sin las obligatorias identificaciones, lo que fue descubierto por una investigación del Inase, como reveló LPO. La semillera explicó a este medio que se trató de un “error humano” pero que es marginal en el volumen de negocio que manejan.
La multinacional holandesa Barenbrug Palaversich se comunicó con la redacción de LPO para aclarar su situación, ante la investigación de este medio que revelo que esta semillera líder enfrentaba una investigación del Inase –el organismo que regula la actividad-, por la venta de semillas sin los pertinentes certificados de origen.
Según reveló LPO, Barenbrug Palaversich era investigada por vender semillas de terceros bajo el precio y la supuesta oferta de sus marcas de semillas que se suponen de mejor calidad. El CEO de la multinacional, Eduardo Bayley, se comunicó con LPO y explicó la situación.
Bayley señaló que la firma culiva todas sus semillas en campos que arrienda a terceros y si bien reconoció que enfrentaron investigaciones y hasta multas del Inase, subrayó que el problema con las bolsas de semillas sin las identificaciones correspondientes fue “trivial”.
“No engañamos a nadie, lo que ocurrió es que sólo en once bolsas de semillas sobre casi un millón que movemos por año, no se aplicaron las estampillas pertinentes”, explicó Bayley a LPO. “Fue un error y no queremos que vuelva a suceder, pero son cosas que pasan, son errores humanos, por ahí la persona que estaba con ese trabajo se fue a tomar mate o se distrajo y se olvidó de estampillarlas”, agregó.
El empresario, que en rigor es socio de la multinacional en su filial local en un 35 por ciento, explicó que “el Inase nos inspeccciona seguido y está bien que lo haga” y reconoció que en una de esas inspecciones detectaron que se habían vendido bolsas sin los correspondientes estampillados que certifican su origen y calidad.
LPO reveló ayer que el Grupo Barenbrug declaró durante el presente año 2012 tener sembrados distintos lotes de alfalfa para producción de semillas en la zona de la localidad de Gral. Alvear, en la provincia de Mendoza.
Sin embargo, a partir de una denuncia que llegó al Inase, siempre según las fuentes consultadas, inspectores oficiales se dirigieron a los lotes declarados y constataron que no había nada sembrado.
Esto alertó a las autoridades sobre la posibilidad de que la multinacional comprara semillas sembradas por terceros –sin los necesarios controles de calidad- y luego las comercializara como si se tratara de semillas originales.
De esta manera, la firma obtendría un margen de ganancia mucho mayor dado que adquiere la semilla a menor precio permitiéndose vender el producto final como si cumpliera con todas las exigencias
Más aclaraciones
Frente a esta información, Bayley además de comunicarse con LPO, envió un extenso comunicado en el que detalla el exhaustivo proceso de fiscalización que tiene su actividad.
“El Inase aplica estrictísimos controles que hacen imposible existan anormalidades como las mencionadas en el artículo”, señaló Bayley en el comunicado y explicó que “para producir y fiscalizar semillas se debe denunciar antes de la siembra la ubicación georefenciada del lote de producción, reportando también la fecha de siembra. Dicho lote es visitado/inspeccionado de oficio en varias oportunidades a lo largo del periodo de producción por inspectores calificados del Inase y la fecha de cosecha es también informada al Inase”, agregó.
Bayley incluso consideró correcto que el proceso sea tan severo, que que reconoció que el perjuicio para el productor de entregarle semiilas de inferior calidad a las que cree estar comprando crece geométricamente. “El productor que supongamos compra semillas por 10 mil dólares, si estas son de mala calidad, luego puede perder 100 mil dólares, el daño crece geométricamete”, señaló a LPO.
El ejecutivo explicó que una vez que la semilla ingresa a la planta de limpieza y luego de terminado el proceso se informa al INASE el resultado del mismo y los kilos logrados de semilla pura. Sobre esta base se piden los rótulos correspondientes y las estampillas que adosadas a los rótulos hacen de la semilla fiscalizada una garantía para el productor.
Bayley dio luego la versión de su compañía sobre el problema que enfrentaron con el Inase, negando que se tratara de semillas “truchas”, sino que se trató de mercadería que por un error humano no fue debidamente etiquetada. “Existen algunos errores humanos como sucedió en nuestro caso con 11 bolsas que fueron entregadas con rótulos pero sin estampillas” sostuvo el ejecutico y agregó que luego se pidió permiso al Inase para enviar a los compradores las respectivas etiquetas.

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