jueves, 11 de octubre de 2012

México: Promueve INIFAP variedades de durazno resistentes a heladas y plagas


El cultivo de durazno en México se desarrolla en una amplia gama de climas, desde zonas cálidas hasta zonas altas y muy frías así como en climas secos

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), a través del Centro de Investigación Regional Centro (CIRCE), analiza, selecciona y registra diferentes variedades de durazno en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales, con el fin de identificar aquellos resistentes a heladas y plagas.
Las nuevas variedades incorporadas son Fred, Atlax (Tlaxcala), Irina, Escarcha, Nieve y Victoria Temprano, las cuales provienen de la evaluación y selección a partir de familias híbridas establecidas en una amplia gama de climas que difieren en acumulación anual de frío, riesgo de heladas, cantidad y distribución de la lluvia e incidencia de plagas y enfermedades.
A partir de dichas familias fue posible seleccionar genotipos sobresalientes por su tolerancia a heladas, resistencia o escape a cenicilla (Sphaeroteca pannosa) y pudrición café morena (Monilinia fructicola). También se analizó el impacto de crecimiento, potencial productivo, época de maduración y calidad de fruta definida en función a tamaño, forma, contenido de azúcares, acidez y vida pos-cosecha.
El cultivo de durazno en México se desarrolla en una amplia gama de climas desde zonas cálidas, al nivel del mar en Sonora, hasta zonas altas y muy frías en Chihuahua, así como en climas secos en Zacatecas, con menos de 400 milímetros de lluvia anual, y hasta Puebla y Veracruz con más de dos mil milímetros.
Algunas regiones con potencial para el cultivo de durazno se encuentran en los estados de Chihuahua, Coahuila, Puebla, Tlaxcala, Michoacán, Oaxaca, Morelos, Jalisco, Chiapas, Aguascalientes y Sonora.
Las variedades y selecciones se derivan de un esfuerzo conjunto entre el Consejo Nacional de Productores de Durazno, A. C. (Comedurazno, A. C.) y el grupo de investigadores del INIFAP, con financiamiento parcial del Fondo SAGARPA-CONACYT, para obtener variedades que superen a las que se cultivan comercialmente en la actualidad en las diferentes regiones productoras del país.
Cabe destacar que tanto las nuevas variedades como las selecciones obtenidas ingresan a un proceso intensivo de evaluación, validación y de transferencia con los fruticultores en las 10 regiones ecológicas donde actualmente se cultiva durazno en México.
De acuerdo a datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el año pasado se registró una superficie sembrada de casi 44 mil hectáreas, con el cultivo de 167 mil 285 toneladas y un valor de producción de mil 205 millones 964 mil pesos.

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