Las ostras de San Blas tendrían destino europeo

La producción de ostras en la costa atlántica de Patagones tiene posibilidades de ingresar al exigente mercado europeo.

Hace 15 días, en una reunión convocada por Nación con los sectores involucrados en esta cadena productiva, se manifestó la decisión de apoyar el desarrollo de las ostras en la región. Pero para llegar a golpear esa gran puerta es necesario cumplir con los estándares de calidad exigidos a nivel internacional, desde la recolección a la venta de la ostra en los puestos de consumo.

Hoy esta producción, que se localiza en la zona de San Blas, en la costa atlántica de Patagones, se vende en el mercado local y básicamente en el chino.

El subsecretario de Desarrollo Económico del municipio local, César Martirena, explicó que desde Nación, provincia y comuna se asumió la decisión de intensificar los controles de esta producción y “erradicar la venta clandestina”. Acceder al mercado internacional requiere de cumplir con una serie de protocolos que finalizan con una inspección de la Unión Europea para determinar si el país cumple con esas exigencias. “El que compra es un mercado premium que tiene precios importantes y fija las pautas”, sostuvo.

El apoyo nacional comprometido se manifestará en fondos y en la primera etapa en proveer de la infraestructura adecuada para certificar a nivel internacional los procedimientos de análisis a los laboratorios del Senasa.

Consultado sobre la cantidad de productores en Patagones distinguió entre unos 50 recolectores -personal que captura las ostras de bancos- y los que procesan y clasifican en las plantas que hoy existen dos: una en Los Pocitos y otra en San Blas, distantes a unos 20 kilómetros entre sí y producción de aproximadamente unos 6.000 kilos de ostras semanales.

Martirena puntualizó que este apoyo nacional abre la posibilidad de un nuevo mercado, más exigente, que demanda una ostra de cultivo no de banco como mayoritariamente se recolecta en la costa de Patagones en los bancos naturales, que es irregular, que no tiene el nivel ni la simetría de una de cultivo que requiere de un proceso más intensivo y exige un monitoreo permanente. El mercado con posibilidades de abrirse en Europa como el de España y Francia es de un consumo masivo de este tipo de productos.

La inspección de la Unión Europea podría llegar a fines del primer semestre del año próximo.

El funcionario municipal especificó que una de las pautas que se requieren es la erradicación del comercio en negro, razón por la cual se ha decidido profundizar los controles, pero “los productores deberán cumplir con determinados procedimientos vinculados con la sustentabilidad del recurso y la manera de producir que son indispensables”.