La tragedia del maíz de USA, oportunidad para el biodiesel

“Si hubiera una oración o una danza para hacer llover, lo haría”, dijo a la prensa en Washington DC el secretario de Agricultura de USA, Tom Vilsack. A pesar de la tragedia (la mayor sequía desde 1956), el 85% de la superficie cultivada tiene seguro agrícola. Sólo por comparar, en Brasil, el seguro cubre apenas el 5% de la cosecha. La sequía tiene un efecto dominó en otros sectores. Como el maíz constituye una parte importante de la alimentación animal, la presión de los costos se reflejará en el precio de las carnes. Por otra parte, la preocupación es cómo USA, el mayor exportador de alimentos del mundo podrá garantizar el abastecimiento de la industria. Las plantas de etanol están viendo cómo sus beneficios se evaporan, ya que aproximadamente el 40% del maíz cultivado en USA es para la producción de biocombustibles.

En cámara lenta, día tras día, las altas temperaturas y la falta de lluvia en USA castiga a agricultores y ganaderos estadounidenses. La mayor sequía registrada en 50 años ha afectado especialmente al cinturón de maíz estadounidense, destruyendo cultivos y causando un aumento en los precios de los cereales, que alcanzó un máximo histórico de US$ 8,3 por bushel (25,4 kg) en la bolsa Chicago, para contrato de cosecha en diciembre. 

 

El Departamento de Agricultura de USA (USDA, en sus siglas en inglés) informó en la 2da. quincena de agosto que, aunque las últimas lluvias hayan aliviado la sequía en algunas regiones, el clima afecta al 85% de las áreas de cultivo de maíz, siendo que 49 % de estas tierras se encuentran en una situación de sequía excepcional o extrema. 

 

De ese modo, según el USDA, la producción de 375,7 millones de toneladas de cereales prevista para este año, se redujo a 273,8 millones de toneladas, 13% menos que los 313,9 millones de toneladas obtenidos el año pasado. 

 

“Si hubiera una oración o una danza para hacer llover, lo haría”, dijo a la prensa en Washington DC el secretario de Agricultura de USA, Tom Vilsack. A pesar de la tragedia, el 85% de la superficie cultivada tiene seguro agrícola. Sólo por comparación, en Brasil, el seguro cubre sólo el 5% de la cosecha.

 

En la actual cosecha de USA, el 3% del maíz está en excelentes condiciones, mientras que el 50% se clasifica como malo o muy malo. Será la producción más baja desde 2006, y el rendimiento más bajo desde 1995, con un rendimiento de 120,4 bushels por acre (7,5 toneladas por hectárea). 

 

“Además de la falta de humedad, el calor excesivo durante la polinización del maíz redujo en gran medida la cantidad de grano en las espigas y el potencial de rendimiento de la planta”, dijo a Dinheiro Rural el economistaTodd Davis, de American Farm Bureau Federation (AFBF). “La sequía está afectando a las principales zonas productoras de maíz y soja en el centro oeste y a las llanuras del sur”.

 

Frente a la grave situación del campo, el presidente Barack Obama pidió al Congreso que se apruebe un presupuesto capaz de ayudar a los productores agrícolas a enfrentar las dificultades. 

 

“El Congreso debe aprobar un presupuesto para la agricultura no sólo para ayudar a los agricultores y a propietarios de fincas a responder a este tipo de desastres, sino también para hacer las reformas necesarias que representen cierta seguridad para todo el año”, dijo Obama. 

 

El Departamento de Agricultura informó que 1.800 municipios en 35 estados han sido declarados zonas de desastre natural. Por determinación de Obama, el Secretario Vilsack anunció US$ 16 millones en asistencia financiera y técnica para ayudar a agricultores y ganaderos de 19 estados y US$ 14 millones en fondos para programas de emergencia, además de la reducción de intereses de los préstamos a productores y la negociación con aseguradoras para mayor flexibilidad en el pago de tasas. 

 

Vilsack dijo en un comunicado en agosto que el gobierno de Obama va a hacer todo lo posible para ayudar. Una de las medidas adoptadas fue la decisión de gastar US$ 170 millones en la compra de carne de bovina, cerdo y aves, para aliviar las presiones sobre el sector. “Las compras gubernamentales ayudarán a estabilizar el mercado”.

 

La sequía tiene un ‘efecto dominó’ en otros sectores. Como el maíz constituye una parte importante de la alimentación animal, la presión de los costos se reflejará en el precio de las carnes. Por otra parte, la preocupación es cómo USA, el mayor exportador de alimentos del mundo podrá garantizar el abastecimiento de la industria.

 

Otro problema es la falta de lluvia está disminuyendo los cursos de agua y afectando a las exportaciones de productos básicos a través de los puertos del Golfo de México. En la última semana del mes de agosto, 18 kilómetros del río Mississippi fueron cerrados a la navegación debido a los niveles bajos de agua. Los incendios forestales en el norte de California es un factor que puede afectar al bolsillo del consumidor.

 

Por otra parte, las plantas de etanol están viendo cómo sus beneficios se evaporan, ya que aproximadamente el 40% del maíz cultivado en USA es para la producción de biocombustibles. 

 

Desde principios de junio, la industria ha reducido el consumo de cereales en un 12%, más de 25 plantas están inactivas y muchas otras están trabajando por debajo de su capacidad. El precio del etanol aumentó de US$2 por galón (3,8 litros) a US$2.55, pero sigue siendo más barato que la gasolina, que subió 11% desde julio.