jueves, 4 de octubre de 2012


La nube” se posa en el campo

Tener toda la información de lo que pasa en el lote al alcance de un click y desde cualquier parte del mundo. El seguimiento de las labores, las aplicaciones de herbicidas sobre cada hectárea, la evolución de los cultivos o la producción diaria del tambo, es información que para el productor se transforma en una [...]
Tener toda la información de lo que pasa en el lote al alcance de un click y desde cualquier parte del mundo. El seguimiento de las labores, las aplicaciones de herbicidas sobre cada hectárea, la evolución de los cultivos o la producción diaria del tambo, es información que para el productor se transforma en una ventaja si la puede administrar y analizar sin tener que estar obligadamente en su oficina o en el campo.
La computación “en la nube” permite una nueva relación con datos que habitualmente se registran en una planilla de papel o un programa simple en una computadora hogareña. La tecnología permite hoy, desde un teléfono móvil inteligente, una computadora portátil o una tableta, cargar información con una aplicación específica, incluso sin estar conectado a internet, que podrá ser sincronizada al momento de dar con la señal que le permita estar “on line”.
“Un ejemplo es el registro de lo que se va llevando en los lotes, los herbicidas, las labores, que por lo general hoy se cargan en una planilla de cálculo. Si ese campo pertenece a una empresa que tiene varias locaciones, es bastante complejo entregar o compartir esas planillas y lograr una versión final. No se puede hacer una buena síntesis de cómo va evolucionando una cosecha. En la nube se actualiza en tiempo real una planilla resumen”, explica el ingeniero Santiago Gill, director de Alboragro, una empresa de tecnología de información que participó, el mes pasado, de un panel sobre el tema en el congreso de Aapresid.
Llevado el ejemplo al sector lácteo, se pueden controlar varios tambos en forma simultánea, haciendo un seguimiento de entrega de leche, marcas de frío, racionamiento de silo y concentrado, “lo que le permite al gerente de producción saber desde cualquier parte del mundo si falta algo y tomar decisiones”, agregó el profesional.
Los requerimientos de la empresa agropecuaria, con la distribución geográfica y la necesidad de compartir operadores de trabajo que cargarán información con datos, empezó a motivar investigaciones sobre qué se podía hacer para facilitar el acceso remoto a la información en la red. Internet resultó ser muy buen vínculo para desarrollar conexiones y aplicaciones para los teléfonos móviles. Se carga información a través de una web y en los momentos en que no hay señal, se carga en el teléfono y cuando llega a una zona con internet se actualiza automáticamente.
Con este esquema -opinó Martín Feldstein-, las empresas dejan de tener infraestructura propia y pasarán a alquilar software y hardware “en la nube” de acuerdo a la medida de sus necesidades. “Hay una seguridad en esta estructura que no se puede lograr con los pocos recursos en una sola empresa”, señala el experto, director general de Meriti, firma que trabaja con aplicaciones en internet.
Para algunos productores que incluso se resisten a innovar en prácticas agronómicas, la incursión en el manejo virtual del registro y la información puede resultar un desafío mayor. “Hay que hacer un trabajo de evangelización en los productores, quitarles los miedos. Pero vemos también que las nuevas generaciones están traccionando para estos cambios”, apuntó José Luis Boffi, gerente de consultoría e integrante del equipo técnico de la Fundación Agronegocios y Alimentos.
La computación en la nube es un estilo en el que las capacidades de tecnología informática son escalables y elásticas, en el que se puede crecer y decrecer en los servicios que se necesita. Se proporciona como un servicio y no necesita instalar software ni hardware. Y si se consume junto a otros clientes, se produce una oportunidad en la economía por la reducción de costos.
“No es una moda -advierte Feldstein-. Por su economía de escala provee mucha más funcionalidad a menor costo. Se da un paralelo a la revolución industrial, en la que cada compañía generaba su propia energía eléctrica, hasta que en un momento salieron compañías que se dedican a eso y aseguran un servicio más estable a menor costo. Lo que sucede es que se traslada el manejo de la información a especialistas, y se paga por el uso que se le dé al servicio”.
La movilidad y la conectividad son las grandes características de la tecnología de la información, coincidieron los tres expertos.
Feldstein apunta que en 2014 la navegación en internet será mayor desde unidades móviles que desde puntos fijos. Ya en 2011 hubo más despachos de equipos inteligentes de telefonía móvil que la sumatoria de tabletas, netbooks y computadoras personales. “Hay que empezar a despedirse de algunos elementos y conceptos como pen drive, backup o cambio de versión. Estamos sobrecargados de información y la nube nos ayuda a buscarla y encontrarla mejor. Necesitamos trabajar en equipo con personas que no están físicamente en el mismo lugar, y poder acceder desde cualquier lado y cualquier dispositivo”, agregó.
Citando a Steve Jobs, Feldstein dijo que la tradicional “Pc” pasará a degradarse como un aparato más. “El centro de la vida digital estará en la nube. Los equipos ya no contendrán información. La belleza es que puede haber un exacto acompañamiento entre la oferta y la demanda de acuerdo a lo que yo vaya necesitando, accediendo a grandes posibilidades de procesamiento, manteniendo la potencialidad como usuarios”.

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