sábado, 20 de octubre de 2012


El cepo cambiario ya restó casi cuatro puntos al crecimiento de la economía

Las trabas para comprar dólares impactaron fuerte en sectores como la construcción y también en la adquisición de maquinaria para las empresas.
 
Las restricciones que impuso el Gobierno sobre la compra de dólares –tanto para ahorristas como para empresas– y las trabas a las importaciones, que apuntan en el mismo sentido, no fueron inocuas para la economía. Pero pocos imaginaban que su impacto lograría derrumbar la inversión en una proporción equiparable a la crisis de 2002.
Según un informe realizado por el Ieral de la Fundación Mediterránea, la caída de la inversión le restó 3,7 puntos porcentuales a la variación del PBI durante el segundo trimestre del año. Entre abril y junio, esta variable se desplomó 15% frente al mismo periodo de 2011. Habría que remontarse al último trimestre de 2002 para encontrar una caída superior.
“La inversión es uno de los componentes de la demanda, generando un efecto directo sobre el crecimiento. Así, en el segundo trimestre, esta fuerte contracción se tradujo en una disminución de la producción de 3,7 puntos porcentuales, que más que compensó el aporte positivo conjunto del consumo privado y el consumo público. Esto, sumado a una contribución menor de las exportaciones netas (0,8 puntos porcentuales) junto con una caída en las existencias, resultó en una variación nula del PBI en el segundo trimestre de 2012 en relación a igual período de 2011”, advirtió el Ieral en un informe titulado “¿Y qué pasa con la inversión?”.
El Gobierno estimó en el proyecto de Presupuesto 2013 que la inversión terminará el año con una modesta alza del 1,3%. Pero otros analistas, por caso el Estudio Broda, creen que cerrará 2012 con una merma del 7,3%.
El cepo cambiario ha afectado de manera relevante a la inversión. Porque virtualmente paralizó el sector de la construcción y también impactó en la producción e importación de bienes de capital (las maquinarias y equipos que utilizan las empresas).
En su informe, el Ieral consideró que la “inversión juega un rol crucial como factor de crecimiento al ser el determinante de la dinámica en la formación de capital”. Así, los números del segundo trimestre resultan en una tasa de inversión de 21,2%, una merma de 3,8 puntos porcentuales de la tasa registrada un año antes.
Conciente de la caída de la inversión, el Gobierno ha tomado varias medidas y lanzado en los últimos meses algunos programas de fomento desde el Estado nacional. Entre ellos, el plan de construcción de viviendas Procrear o la nacionalización de YPF. Pero por ahora parece no alcanzar.

Retracción

La retracción de la inversión también contribuye a explicar por qué en plena desaceleración económica, la inflación no sólo se ha mantenido en los actuales niveles, sino que incluso ha trepado otro escalón. La diferencia es notable con lo que ocurrió en la recesión de 2009, cuando los precios ajustaron desde un nivel del 22% al 13%.
Varias consultoras privadas y organismos de estadísticas provinciales estiman que la suba de los precios se instaló ahora en torno al 25%, desde niveles de alrededor del 22% hasta marzo.
En lo que va del año, según el Indec, el crecimiento del PBI de la Argentina está en el 2,5%. No obstante ello, los analistas privados calculan que la expansión verdadera se encuentra en torno al 1,5%. El repunte del precio de la soja, sumado a la recuperación que está evidenciando la economía de Brasil permitió sortear el escenario de recesión que se preveía hasta sólo unos meses atrás.

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