jueves, 25 de octubre de 2012

El cambio de etapa en la industria del arándano en Perú


Rol importante en el aprovechamiento de la capacidad instalada de proceso, retención de mano de obra, y canales de distribución
La industria del arándano en Perú se encuentra en un cambio de etapa, algo que está generando mucha expectativa. De esta forma describió Federico Beltrán, ingeniero agrónomo y gerente general de Terra Business (Perú) la situación actual de esta berry en el país andino, una que pasó por un periodo de ensayo y error, y donde todavía se está aprendiendo.
En el marco de la Fruittrade 2012, que se llevó a cabo entre el 8 y 9 de octubre de 2012 en Santiago (Chile), Beltrán compartió con empresarios chilenos e internacionales no sólo el presente de la industria, sino que también las perspectivas, desafíos y oportunidades de esta.
Recientemente hizo lo mismo en la Convención de ANEBERRIES en México.
Dijo que actualmente se está en un punto de quiebre. “Recientemente Perú ha suscrito el UPOV (Tratado Internacional de Protección a las Obtenciones Vegetales) y eso va a hacer la diferencia, sobre todo en negocios como el arándano”, sostuvo.
El negocio del arándano comenzó lentamente en Perú hace unos cinco años. “Comenzó con poca credibilidad por parte del sector privado. De hecho los últimos cinco años más bien ha sido de validación y promoción del negocio, un esfuerzo realizado por emprendedores pioneros y un programa estatal. Hoy 2012 el negocio lo están desarrollando fundamentalmente las empresas que ya están en el negocio agroexportador con otros cultivos  y este es el inicio de una nueva etapa”, agregó.
“Estamos en un cambio de etapa y eso nos genera mucha expectativa, respecto al desarrollo de oferta que se pueda lograr”.
El arándano peruano ha pasado por dos etapas. La primera de ellas se inició en 2007 con fondos del gobierno para pruebas del cultivo y emprendimientos privados, periodo en el cual se validó el cultivo y probaron las variedades disponibles.
“No podíamos acceder a la genética nueva porque no estábamos suscritos al UPOV”, expuso Beltrán. El experto comenta que en un inicio se buscó interesar al sector privado, pero este estaba concentrado en aprovechar la oportunidad de otros negocios como la palta, cítricos  y uvas.
Ahora, en la segunda etapa Beltrán dice que las personas no quieren entrar al negocio del arándano porque crean que se van a hacer ricos con un monocultivo. “El arándano comienza a surgir como una estupenda alternativa para poder aprovechar todo el año la mano de obra que cada vez es más escasa, así como la capacidad instalada de proceso”, explica.
“Chile tiene 30 años en arándanos; Argentina y Uruguay 15 años; México 10 años, nosotros tenemos cinco años muy fríos, sin embargo han entrado igual tres millones de plantas”, indica el gerente general de Terra Business, periodo en el cual el ensayo-error ha sido bastante alto.
“Hoy en día la expectativa es alta porque la gente está mucho más aterrizada que antes”.
Perú cuenta con una amplia gama de zonas productivas, pero Beltrán indicó que al igual que en la costa, en los Valles Interandinos también hay potencial.
“Estos espacios son los que van a permitirle a Perú complementar la oferta de  productos de los cuales ya tenemos cierta presencia en los mercados internacionales”, dice el experto peruano. “Este tipo de valles representan 100 mil hectáreas para el Perú”, agrega.
“En estos espacios también se van a producir productos que van prosperar de igual  manera que en la Costa, elarándano es un ejemplo”.
Beltrán es enfático en señalar que Perú no va a ser competencia de Chile en el corto plazo. “Creo que uno de los aprendizajes mayores de las empresas peruanas es que hay que ir despacio, que aquí se puede perder muchísimo dinero. Afortunadamente ya hay experiencias buenas, regulares y malas”.
“Hay mucha especulación con el valor de las tierras”, dice, agregando que en Perú se están viviendo los mismos problemas de mano de obra, costos de insumos y de escasez de agua,  que está experimentando Chile.
Destacó sí, que el arándano comienza a jugar un rol importante en retener la mano de obra en Perú. “Los proyectos y las expectativas de las operaciones de arándanos en la Costa están basadas en mucho, en ser la alternativa para retener la mano de obra todo el año y aprovechar también los canales de distribución que ya se tienen”.
Junto con esto cree que otra motivación importante para las empresas de clase mundial es que consideren a la berry como una opción para aprovechar las inversiones que hicieron en los últimos 10 años en tecnologías de proceso.
Si bien señala que en el negocio del arándano la gente puede perder mucho dinero, cree que existen opciones sólidas para pensar que Perú será un jugador importante en el Hemisferio Sur.
“Nos entusiasma la famosa ventana septiembre/ octubre, sin embargo lo bueno que encuentro en las empresas que están entrando en este negocio es que saben que la ventana puede ser abordada por otros competidores, con lo cual la única posibilidad es desarrollar competitividad global”.
Beltrán comentó que no existe mucho temor a lo que Argentina y Uruguay puedan seguir haciendo. “Si le tenemos mucho respecto a lo que pueda hacer Chile”, dijo, destacando los años de experiencia que tiene el país vecino.
“Nosotros estamos aprendiendo”, manifestó a los presentes.
Fue enfático también en señalar que en Perú las personas no están apostando al arándano para que sea un monoproducto, sino más bien un complemento del portafolio de negocios que manejan y en los cuales ya tienen un alto posicionamiento en el mercado mundial.
Destacó el rol de las empresas chilenas, las que han abierto la brecha y que ha hecho posible para el Hemisferio Sur pensar que cuenta con espacios. “Sus modelos de negocios han sido claves para que hoy día el mundo sepa que del Hemisferio Sur hoy vienen arándanos de calidad”.
“Necesitamos que las empresas de clase mundial de Perú se metan en este negocio. Esto le dará viabilidad a los medianos y pequeños empresarios”, dijo.
Durante los últimos años ingresaron a Perú gran parte de las variedades libres. Se probaron aquellas que tenían posibilidades y las que no, desarrollo que vino de la mano de los viveros. “Comenzamos a probar con lo que teníamos y los resultados nos llenaron de entusiasmo”.
A pesar del optimismo todavía hay debilidades a enfrentar. Para Beltrán entre ellas se encuentran el escaso conocimiento técnico del manejo del cultivo, la limitación logística y que Perú no cuenta con material genético.
Respecto a la competencia indicó que esta se dará con Chile, Brasil, México y Colombia, y eventualmente con las extensiones de la temporada en Michigan.
“No hay ingenuidad. Sabemos que como nosotros estamos pensando en esto, otros países lo están viendo también”.
Manifestó que México, con todo el potencial que tiene, está muy por debajo de lo que puede hacer, mientras que Colombia está despertando.

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