miércoles, 17 de octubre de 2012


Diez becas para una carrera única “Agrobiotecnología”

Son para estudiar Agrobiotecnología en la Universidad Nacional de San Martín, la institución donde se creó el primer bovino bitransgénico para la producción de leche maternizada, conocido como Rosita ISA.
La primera carrera de agrobiotecnología que se dicta en el país tiene sede en la Universidad Nacional de San Martín -UNSAM- y con el apoyo de instituciones como el INTA, el CONICET, la CIC y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, extiende becas completas para el cursado de la carrera. En este sentido, abrieron las preinscripciones hasta el 20 de diciembre para la selección de becarios para el año próximo.
En la Argentina y particularmente entre estos dos organismos, recientemente se conocieron logros muy significativos en esta materia. “En la actualidad empezaron a concatenarse una cantidad de factores que nos permitirán empezar a ser grandes generadores de la tecnología que necesitamos”, expresó Guillermo Santa María, coordinador de la carrera de Ingeniería en Agrobiotecnología del Instituto Tecnológico de Chascomús de la UNSAM. Al respecto, en relación con la importancia que adquirió esta especialidad a lo largo de la última década, destacó como algunos logros fundacionales la producción de animales transgénicos clonados, el desarrollo de vacunas contra la brucelosis y métodos de diagnósticos más eficaces para detectar enfermedades como la fiebre aftosa, entre otros.
Pioneros
La vinculación del INTA y la UNSAM tiene como antecedente un trabajo de cooperación conjunta en materia de biotecnología al lograr la producción del primer bovino bitransgénico para la producción de leche maternizada, conocido como Rosita ISA. En esta oportunidad, el trabajo mancomunado de las dos instituciones permitió la creación de la carrera de Agrobiotecnología, en la cual el INTA aporta infraestructura y docentes para el dictado de las materias de años superiores.
Norma Pensel, coordinadora nacional de Investigación y Desarrollo del INTA, se refirió a la participación del instituto como socio fundador porque “desde sus inicios, el INTA se involucró en toda la gestión y selección de los becarios, el dictado de las clases y la discusión de las necesidades y los futuros desarrollos para generar especialidades desde el punto de vista de lo que es el agregado de valor en origen”. En esa misma línea, la coordinadora destacó la importancia de formar profesionales en materia de agrobiotecnología ya que “se trata de una de las temáticas más priorizadas por la institución porque se trabaja tanto en el aspecto ambiental como en el productivo y, sobre todo, nos permite tener capacidad a futuro al generar formación, métodos y tecnología orientada a emprendimientos agrícola-ganaderos y la producción de organismos que sean de interés para el sector”.
La carrera de Ingeniería en agrobiotecnología tiene una duración de cinco años y, además de la presencia del INTA, cuenta con la participación del Conicet, que presta apoyo en infraestructura, la Comisión de Investigaciones Científicas CIC- que brinda las becas a los diez mejores estudiantes y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, que aporta fondos para equipamiento. De esta forma, se garantiza el acceso a una beca completa por la duración de la carrera de 2.500 pesos y alojamiento para estudiantes de diferentes regiones que hayan cursado al menos el primer año de una licenciatura afín y que tengan dedicación exclusiva al cursado de la nueva carrera.

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