jueves, 23 de agosto de 2012

“Trabajando bien la hacienda, hoy se puede competir con la agricultura”


Así lo manifestó Federico Martínez, médico veterinario de la localidad bonaerense de Bolívar. Además, describió las tareas que se encuentra llevando adelante y los problemas sanitarios que afectan su zona.


Optimista. Martínez, de Bolivar.
Optimista. Martínez, de Bolivar.
Hoy en día, los productores no sólo recurren a nosotros para hacer tactos o revisar los toros, sino que también nos dan participación en el manejo sanitario integral de los campos y participación en reproducción y nutrición”, le comentó, Federico Martínez, veterinario que se desempeña en la zona de Bolívar y alrededores.
“Acá muchos establecimientos tuvieron problemas con el rinde de los cultivos a causa del clima, entonces están viendo que trabajando bien la hacienda -con los valores actuales-, se puede competir con la agricultura”, explicó el profesional de 35 años, egresado en 2004 de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLP.
“Somos optimistas. Aprovechando los cambios que realizamos en nuestra Veterinaria Bolívar, vemos que explicándole a los clientes la importancia de invertir en sanidad, los costos quedan de lado y se apunta a mejorar los resultados”, agregó.
Esto queda reflejado en la eficiencia lograda por las unidades productivas que asesora Martínez. En campos de 200 a 500 vientres hace dos o tres años que vienen alcanzando buenos índices, alcanzando un 90% de preñez. Por su parte y en establecimientos de entre 500 y 800 vacas, la cifra asciende hasta el 95%. Llegado el momento del destete -y a nivel general- los índices se reducen entre un 3 y un 4%.
“En estos campos ya no se discute una rotación antiparasitaria o las vacunaciones preventivas”, agregó Martínez y explicó:
“Con el aumento en el precio de los novillos y el bajo rendimiento de los cultivos en la zona, los productores se volcaron hacia el ciclo completo. Se invierte en infraestructura, maquinarias y la realización de silos de sorgo, por ejemplo. Hasta hace un tiempo, esto era impensado”.

Actualidad

Frente a un planteo que, en localidades como Pehuajó o 9 de Julio, prioriza el de-sarrollo de la agricultura en las mejores zonas, dando lugar -en los bajos- a una ganadería semi intensiva, las últimas inundaciones causaron algunos problemas.
Se han adelantado las recrías, avanzando en algunos casos hacia los corrales y modificando el costo de la explotación. Más allá de esto y de los temas políticos y económicos que los afectan, el productor invierte.
“En base a los problemas que han existido con el agua, nos estamos encontrando con diferentes situaciones sanitarias, como puede ser una mayor presencia en el caso de las parasitosis”, explicó nuestro entrevistado y profundizó: “A tres meses de los destetes y tras la aplicación de los tradicionales antiparasitarios inyectables, veíamos animales que no respondían como esperábamos a la suplementación sobre verdeos; se nos venían abajo, inclusive, con diarreas”. Frente a esto y a la preocupación de los productores, se tomaron muestras de materia fecal para realizar los posteriores controles de HPG, los cuales manifestaron elevados conteos de huevos.
“Estábamos frente a una situación de resistencia. Rotamos con el uso de antiparasitarios orales y a los 20 días ya vimos cambios favorables. Si bien es cierto que se trata de una metodología más trabajosa para el productor, debemos modificar la tendencia y asesorarlo sobre la necesidad de realizarla”, agregó.

Manejo y sanidad

Más allá de un mayor esfuerzo en la incorporación de planteos más intensivos en el manejo de los vientres (con suplementaciones estratégicas), Federico Martínez destaca que en algunos establecimientos se ha incrementado el índice de abortos a causa de Leptospirosis. “Si bien son campos en donde se aplica una doble dosis de viral reproductiva previo al servicio y otra antes del último tercio de gestación, estamos pensando en incorporar también la vacuna específica contra la enfermedad”, explicó el veterinario.
Otro tema profesional importante ha sido el crecimiento en el servicio de inseminación a las vaquillonas. “Inseminar en invierno 400 vaquillonas y otras 1.000 en primavera, es importante. No estábamos acostumbrados a realizar estos trabajos, los cuales nos abren las puertas para seguir agregándole valor a la producción”, puntualizó Federico Martínez, quien también dispone de un posgrado en Reproducción, logrado en el IRAC cordobés.

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