jueves, 23 de agosto de 2012

Sorprenden a un empleado del Senasa con dos ñandúes cazados



El sospechoso dijo que un grupo de cordobeses los había cazado y que él les pidió los animales para que fueran comidos por una familia amiga.
 Un funcionario del Senasa fue sorprendido por autoridades del Parque Nacional Copo con dos ñandúes -una especie en extinción- que habían sido muertos, al parecer, durante una cacería. Sin embargo, el acusado negó que él los haya cazado y tampoco quiso firmar las actas de infracción, por lo que se dio participación a la Policía y a la Justicia.
El operativo fue realizado por la Dirección de Fauna de la Provincia de Santiago del Estero en conjunto por el cuerpo de guardaparques y guarda faunas provinciales y nacionales, donde libraron actas de transgresión y otras actuaciones correspondientes por infracción a la ley Nº 4.802 las que fueron elevadas a la Dirección de Bosques y Fauna que determinaran los pasos a seguir.
El hecho fue denunciado por el intendente del Parque Nacional Copo, Álvaro Alzogaray, quien circulaba por la zona céntrica de esta ciudad en un vehículo particular junto a su familia y observó que desde un automóvil Fiat Palio Weekend, un hombre descargaba dos ejemplares de ñandúes muertos.
El guardaparques detuvo la marcha del rodado y se trasladó hasta el lugar, donde determinó que la persona que descargaba los animales es un empleado que desempeña sus actividades en la oficina local del Senasa. Alzogaray señaló que, al solicitarle explicaciones sobre por qué mató animales en peligro de extinción, éste se molestó y se marchó diciéndole que cargara los ejemplares y se los llevara.
Inmediatamente, Alzogaray dio parte de la situación a los responsables de la Dirección de Fauna de la Provincia y en pocos minutos se hicieron presentes los guardaparques Daniel Carrizo y Daniel Godoy de la reserva provincial con asiento en Los Pirpintos, que junto a Alzogaray y a personal policial de la Comisaría 43 desplegaron un operativo que incluyó la visita al domicilio del funcionario involucrado.
Negativa
El acusado negó haber cazado los ñandúes y se negó a firmar las actas de infracción y a entregar el arma que habría utilizado. Argumentó que no posee armas y que cuando pasaba por la localidad de Sacháyoj vio a unos cordobeses que habían cazado dos ñandúes y se los pidió para traérselos a una familia amiga de esta ciudad para que los comieran.
Luego de las actuaciones de rigor por tratarse de especies en peligro de extinción, los ejemplares fueron entregados en carácter de donación para consumo a una familia de esta ciudad.
Alzogaray dijo que “este tipo de casos no se deben dejar pasar por alto ya que estas especies están protegidas por ley en el territorio de la provincia de Santiago del Estero y las autoridades del área seguirán los trámites de diligenciamiento por la contravención en la Justicia”.
“El infractor no colaboró en ningún momento con el procedimiento que se realizó a pesar que intervino la Policía, lo que es lamentable siendo un funcionario de un organismo nacional que debería dar el ejemplo”, reveló Alzogaray a EL LIBERAL.
La ley 4802 protege a este tipo de animales
La ley Nº 4802 de la Dirección de Protección de Recursos Naturales de la Provincia de Santiago del Estero, en su capítulo 8, artículo 50, dice: “Prohíbese la caza de avestruz o ñandú (rea americana) con arma de fuego o cualquier otro método que provoque su muerte como así mismo la destrucción de su nido o recolección de sus huevos”. También esta ley prohíbe la caza del guazuncho, oso hormiguero, tatú carreta, yaguareté y lampalagua, entre otras especies, en todo el territorio provincial.

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