viernes, 3 de agosto de 2012

Las oportunidades para carnes en México


En el último año los consumidores mexicanos han aumentado su consumo de distintas carnes, desde más de 700% en el caso del pavo a 42% en cerdos. Existe un potencial interesante para los productos y cecinas premium como jamón de wagyu, jabalí y otros.

En México existe una demanda interesante para las carnes, incluidas aquellas procesadas como los jamones premium, plantea un informe realizado por Héctor Echeverría, agregado agrícola de Chile en ese país. Una alternativa interesante para los diversos productos gourmet que aparecen en el mercado como los jamones de wagyu y de jabalí.
De acuerdo a la información de entidades locales, durante 2011 los mexicanos consumieron 3,3 millones de toneladas de carne de ave, 1,9 millones de toneladas de bovino, 1,7 millones de toneladas de pavo y 1,6 millones de ton de cerdo.
Si bien la carne de bovino sigue siendo la preferida por los mexicanos (destinan 49,8% del gasto mensual a ella, según Comecarne), entre 2010 y 2011 los consumidores mexicanos aumentaron sus consumos de carne entre 791%, en el caso del pavo, 42% la de cerdo y 20% las aves. Detrás de esto estaría una recuperación del poder adquisitivo. En el caso del pavo, además, hay factores como su consumo en época navideña, la respuesta favorable a las campañas de salud pública para el combate a la obesidad y las campañas de promoción que realiza el sector privado.
Lo anterior lleva a que haya un importante flujo de importaciones de productos cárnicos, que en 2011 implicaron un total de 1.714.914 toneladas, que, de acuerdo a Aduanas de ese país, correspondieron principalmente a carne bovina y de cerdo de Estados Unidos, Canadá y Chile.
Y los jamones y embutidos son uno de los productos que los mexicanos importan. En 2011, de acuerdo al informe de la Agregaduría, importaron 1.967 toneladas de cecinas de cerdo, lo que considera incluso el jamón serrano, y 1.066 toneladas de variedades consideradas premium.
Hay que considerar que los mexicanos dividen a los embutidos en los productos estándar, donde se incluyen salchichas, los jamones cocidos y las mortadelas, entre otros; y los premium, que considera los productos de alta gama, como el jamón de bellota curado, el jamón de Parma y el prosciutto. Sólo en jamón serrano consumen del orden de los 500 gramos al año.
“Los consumidores mexicanos de los estratos A y B están habituados a degustar jamones de alta gama -sobre todo de origen español- en restaurantes de tapas y pintxos, así como en eventos especiales en los que se ofrecen bocadillos”, indica el informe.
Agregan que a pesar de que el consumo viene creciendo en forma importante, el de los premium todavía se restringe a acontecimientos y canales específicos. Esto significa que se distribuye en tiendas gourmet y en restaurantes de alta cocina.
Recomendaciones para llegar
Por las características actuales de este mercado, los chilenos tienen opciones interesantes en productos como el jamón serrano y a partir de ahí ingresar con otros productos premium, tanto de cerdos y bovinos, primero, y de cordero y jabalí, posteriormente, indica el informe de la Agregaduría Agrícola.
Otro tema por considerar es que en los centros urbanos de ese país existe un auge por las carnes kobe o el wagyu, por lo que no deja de ser interesante apostar con los nuevos productos de esta carne, como el jamón, que se están fabricando en Chile.
Un elemento que puede transformarse en una herramienta de márketing adecuada, dice Echeverría, es “incorporar la identidad de cluster y de país para la promoción de jamones de especies exóticas, destacando sus cualidades nutricionales y su origen artesanal”.
Asimismo, se propone promover nuevas formas de consumo para los productos, ya que eso podría diferenciarlos de las cecinas españolas y ofrecer presentaciones que incluyan producto rebanado, es decir, no siempre la paleta.
No es menor considerar en forma previa a intentar colocar el producto realizar estudios previos y exportaciones piloto para garantizar la incursión masiva efectiva. No se puede olvidar, eso sí, que todas las muestras que se envíen deben cumplir con las normas sanitarias y de etiquetado como si fueran producto comercial. Otro consejo es que se participe y se desarrollen campañas de promoción en conjunto con otros productos gourmet, como aceites de palta y oliva, patés y vinos de autor. Asimismo, es interesante considerar que los productos que tienen éxito en ese país tienen entre sus fortalezas un desarrollo de aspectos como la Denominación de Origen, como en el caso del prosciutto de San Daniele, procedente de Italia, que les ayuda a mantener el prestigio de sus productos.
Finalmente, el estudio hace hincapié en la importancia de incorporar todas las regulaciones de etiquetados y permisos que exige ese país para evitar problemas. Entre ellos consideran un permiso de las autoridades sanitarias locales para exportar, así como un certificado de libre venta y un certificado fitozoosanitario que avalen la sanidad de la mercancía y cumplir con la regulación para el etiquetado comercial.

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