lunes, 6 de agosto de 2012

La soja les volvió a dar oxígeno a las provincias



Una vez más la recaudación se concentró en la Seguridad Social y en el comercio exterior. Otra vez quedó relegada la suba de lo cobrado por impuestos, que se comparte con las 24 jurisdicciones. El fondo sojero compensó el desequilibrio.
La planilla de recaudación de la AFIP correspondiente al último mes dio cuenta de que las transferencias automáticas a las provincias crecieron 23,3% en comparación con julio de 2011, es decir, un par de puntos por debajo de la tasa real de inflación o, si se prefiere, del ritmo al que está creciendo la masa salarial, con algunas excepciones.
Con todo, como dato consuelo, aparece que el aumento de esos giros superó en medio punto porcentual al ritmo que había mostrado el crecimiento en los seis meses previos.
Pero más importante que eso fue que el comienzo de la liquidación de exportaciones de la cosecha gruesa, en particular del complejo sojero, que se manifestó en un salto de lo percibido por retenciones en 50,1%, posibilitó acrecentar apreciablemente el Fondo Solidario de Redistribución (FSR).
La estadística de reparto de los $61.316,8 millones captados por la DGI, la Anses y la Aduana, indica que $13.689,9 M correspondieron a giros automáticos a las provincias y otros $2.409,8 M al FSR. Estos se elevaron 76,9% en un año.
De este modo, el total de las transferencias al interior desde la Administración Central se elevó 29,1%, en comparación con 25,3% de los primeros siete meses.
Puntos flacos de los recursos
Sin embargo, el análisis fino de la recaudación tributaria de julio abrió amplias señales de alerta que explican elpedido público de la Presidente en el acto del 158 aniversario de la Bolsa a Ricardo Echegaray para que mejore el desempeño en los próximos meses.
En primer lugar, pese a que julio contó con similar cantidad de días hábiles que un año antes, lo percibido por IVA arrojó una brusca desaceleración de más de 22,5% en el semestre a menos de 19% en julio, en el cotejo interanual.
Más se atenuó la tasa de incremento de lo ingresado por el impuesto sobre los créditos y débitos bancarios de más de 21 a sólo 9 por ciento, en doce meses.
Mientras que sugiere que hubo anticipos del impuesto a las ventas de combustibles, que no se repetirían en los próximos meses, dada la necesidad de YPF de acumular caja para encarar su ambicioso plan de inversiones, ya que saltaron de poco más de 44% en el semestre a 112% en el último mes.

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