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La
presión fiscal sobre el sector agropecuario es agobiante, inequitativa y
confiscatoria. Nuestros propios estudios y otros de reconocida
seriedad, que hemos informado a autoridades y representantes, la señalan
entre el 52% y el quebranto según particularidades y riesgos
consumados.
Se
manifiesta además muy perjudicial para todo el conjunto socio-económico
que se ve privado de recursos que en lugar de ir al genuino crecimiento
y desarrollo, salen de su natural circuito y son gestionados con
ineficacia e insuficiente transparencia como lo atestiguan la real
pobreza de más del 22%, alto nivel de indigencia y corrupción, bajas
jubilaciones y salarios, injusta coparticipación que desfinancian
provincias, parálisis de obras de infraestructura con peligrosa
desactualización, inflación descarriada con irresponsable
desentendimiento oficial.
La
real solución será estimular la
inversión, producción, el trabajo y el consumo bajando impuestos;
eliminar intervenciones y regulaciones arcaicas; reducir con planes y
firmeza la inflación; atraer créditos a vencimientos y tasas
prudenciales que los hay para países con certidumbres; estimular las
exportaciones con reglas.
Instrumentar
estas medidas que se pueden cumplir sin necesidad de usar la cadena, es
misión de autoridades y pueblo argentino, desterrando las que
perjudicaron. Es lo que esperan y apoyan los productores y la comunidad
socio-económica toda con alerta y enorme preocupación, mal dispuestos a
tolerar aventuras descabelladas que mantengan o aumenten costos
insostenibles.
SOCIEDAD RURAL DE ROSARIO.
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