lunes, 23 de julio de 2012

Tipo de dieta y respuesta productiva en feed-lot



El engorde a corral es una de las opciones utilizadas para aumentar el kilaje de las cabezas de ganado, pero su uso debe ser correcto para que traiga beneficios al sistema productivo.
Desde el INTA se establecieron algunos puntos que los productores tienen que contemplar: Al evaluar los resultados productivos primeramente se debe tener en cuenta el tipo de animal encerrado. No es factible comparar dos dietas con datos provenientes de distintas categorías de animales. La eficiencia de conversión que se obtiene con una misma dieta, y con ello el costo por kilo producido, es muy distinta entre un ternero de destete y un novillo en la etapa de terminación. Si bien este último come menos en términos de valores relativos (% del peso vivo), en valores absolutos come más que un ternero de destete y depone una mayor proporción de grasa. Sin embargo, las ganancias diarias de pesos no son muy diferentes. Así,  la mayor deposición de grasa en los animales más grandes, conjuntamente con un mayor gasto de mantenimiento explica el porque con mayor consumo, la ganancia de peso es similar a la de los animales más jóvenes. En tanto, si se evalúa la conveniencia o no de utilizar una determinada dieta se debe tener en cuenta el tipo de encierre realizado pues, si quisiera comparar las dietas, se puede llegar a conclusiones equivocadas y muy distintas, a si se utilizan animales de categorías similares.
Proteína de la ración
De los costos de la ración, uno de los más importantes es la proteína, pudiendo llegar a representar más del 50 % del costo de la misma. Respecto del nivel y tipo de proteína en la dieta depende, entre otras cosas, de la categoría de animales y de las características de los componentes energéticos de la dieta. En general, se considera que hasta con un 12 % de proteína en la ración se obtiene una alta eficiencia en su utilización por parte del animal. Mientras que si la proporción de proteína en la dieta es menor, ésta sería insuficiente para permitir una adecuada digestión ruminal y cubrir los requerimientos para la ganancia de peso. Obviamente si es mayor, su eficiencia de utilización decae. Sin embargo, por lo general, con un 12 por ciento de proteína en la dieta se podría estar limitando la respuesta animal a una determinada dieta especialmente en animales que se encuentren en activo crecimiento (terneros de destete). Es por ello que para estas categorías, y con el objetivo de obtener mayores ganancias de peso se puede incrementar el nivel proteico de la dieta a costa de una disminución de la eficiencia en su utilización y de mayor costo de la dieta. Este plus de proteína debe ser suministrado como proteína verdadera de alto valor biológico, es por ello que en animales jóvenes es más importante la fuente de proteína utilizada que en los animales en terminación.
Experiencia.
En un estudio realizado por INTA Rafaela se logro determinar que cuando se incrementó el nivel de proteína de 12 a 15 por ciento en la dieta de terneros Aberdeen Angus de destete basada en silaje de maíz de planta entera, aumentando la proporción de harina de girasol, la ganancia de peso se incrementó en 31 gramos/día. Mientras que el mismo incremento proteico en animales de mayor potencial de crecimiento (vaquillonas Holando) generó una diferencia a favor del mayor nivel de 101 gramos/día. Si bien un aumento de proteína en la dieta se traduce en aumentos en la ganancia de peso, en ninguno de los dos casos la conversión mejoró al aumentar el nivel de proteína. Esto es porque al aumentar el nivel proteico también se incrementó el consumo total de materia seca. Dado que el costo de la harina de girasol (340 pesos por tonelada) es superior al del silaje de maíz (108 pesos por tonelada), el incremento de su proporción en la dieta incrementa el costo de la misma de 152 a 182 pesos por tonelada y el costo del kilo producido de 1.03 a 1.25 pesos en las vaquillonas.
La reducción de los costos de la proteína de la dieta se puede lograr a través de la sustitución total o parcial del suplemento proteico por urea. Si bien el costo de la urea es muy elevado (1.200 pesos por tonelada), su alto valor proteico (285%) hace que la cantidad necesaria para sustituir un kilo de harina de girasol sea de sólo 120 gramos de urea. Sin embargo, en algunos casos su utilización puede resultar engañosa. Por otra parte, hay que recordar que el grano de maíz es un alimento energético, mientras que el silaje de maíz es fibroso.

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