jueves, 19 de julio de 2012

PANORAMA DEL BIODIESEL EN ARGENTINA



Energía alternativa/Los productores medianos de biodiesel apuestan al mercado interno.
El cerrojo del gobierno español a la importación de biodiesel argentino, tras la expropiación de YPF, promete afectar poco a los productores pyme locales. La razón: el aumento de la cuota de corte para el gasoil del 7 al 10%.
En el país hay unas 20 fábricas pymes de biodiesel, que producen hasta 50.000 toneladas anuales y abastecen entre un 15 y un 25% de la creciente demanda interna de este combustible derivado de la soja. La suspensión de las importaciones de biocombustibles argentinos por parte de España, hasta ahora el principal comprador, no tendrá repercusiones en el sector, dado que está enfocado en el mercado local, aclara José Luis Martínez Justo, presidente de la Cámara de Empresas Pyme de Energía y Biocombustibles (Cepeb).
La medida, anunciada por el gobierno español en respuesta a la expropiación de YPF, sí afectaría a los grandes productores integrados (cerealeras y fábricas de aceite de soja), responsables de las más de tres millones de toneladas de biodiesel que se elaborarán este año según proyecciones de la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), de las que más de un 70% se exporta.
El aumento de la cuota de corte del gasoil con biodiesel, del actual 7% al 10% en octubre, al no ser cubierto por la producción de las pymes, redireccionará parte de las exportaciones perdidas al mercado local. No obstante, esta medida no sería suficiente para compensar el cierre del mercado español, opina Alfredo Langesfeld, presidente de Cader.
A instancias de la Ley 26.093 (de promoción de los Biocombustibles, sancionada en 2006), en enero de 2010 comenzó a implementarse el corte obligatorio de un 5% de gasoil con biodiesel. Esto abrió la puerta a un importante mercado interno. A mediados de ese año, en medio del conflicto con China por las restricciones a las exportaciones de aceite de soja, la cuota de corte se elevó al 7%. Para fines de este año, el Gobierno nacional espera llegar a una cuota del 10% y hasta del 20% para sectores como el transporte de pasajeros o las maquinarias agrícolas.
La Ley de Biocombustibles beneficia expresamente a las productoras medianas de menos de 50.000 toneladas anuales, ya que tienen asegurada la venta de toda su producción para el cupo de corte del biodiesel, destaca Javier de Urquiza, ex secretario de Agricultura (hasta la controvertida resolución 125 de retenciones a la soja), actualmente asesor del programa de Biocombustibles del Ministerio de Planificación Federal.
Hoy, el cupo nacional de biodiesel es cubierto por 27 empresas, de las cuales 15 producen hasta 50.000 toneladas anuales. El resto se adjudicó a compañías más grandes, ya que son elaboradoras de aceite de soja y no deben comprar este insumo para producir biodiesel.
Según De Urquiza, la demanda interna de este producto continuará en alza y por esto se han programado inversiones para construir al menos siete plantas nuevas de biodiesel en los próximos años. Por otra parte, hay cerca de 200 plantas más pequeñas, algunas cooperativas y otras municipales, que producen para el autoconsumo, muchas a partir de aceite usado.
Panorama positivo
Con la expropiación de YPF, salimos favorecidos, afirma Federico Pucciarielo, socio de Rosario Bio Energy, una productora mediana de biodiesel, habitual proveedora de la petrolera. El cambio de gerenciamiento en la compañía no implicó demoras en el aprovisionamiento ni en los pagos, porque la plana gerencial sigue siendo la misma. Es más, Repsol no cumplía con el corte obligatorio al 7% y, ahora, YPF lo está cumpliendo, con lo que nos compran mayor cantidad (de biodiesel), destaca el empresario.
La compañía se fundó en 2007, en Roldán, a 18 kilómetros de Rosario. Cuatro socios, provenientes de la actividad agropecuaria, invirtieron unos u$s 10 millones en la planta, en la que hoy trabajan 39 personas y cuenta con tecnología desarrollada por científicos de las universidades del Litoral y de Entre Ríos. La firma factura unos $ 170 millones y vende el 100% de su producción al mercado interno. A partir del aumento de la cuota de corte, tiene previsto incrementar su producción. También está investigando, con el apoyo del INTA y acuerdos con universidades, la posibilidad de utilizar como base cultivos no comestibles, como la jatropha y la camelina (ver recuadro).
La tendencia va hacia la producción de biocombustibles que no compitan con los alimentos, destaca Pucciarielo. Aunque, en el caso de la soja, el porcentaje de aceite que se usa para biodiesel es bajo, menos del 10%. El resto se aprovecha para consumo animal, humano e industrialización del glicerol para fabricar jabones y otros productos, cierra.
El panorama también resulta positivo para Maikop, productora con planta en el parque petroquímico Cutral Có (Neuquén). Originalmente, la firma se dedicaba a especialidades químicas. En 2007, fue adquirida por el grupo nacional Mas Energía, que la reconvirtió para la elaborar biodiesel. Con 42 empleados, tiene capacidad para producir 80.000 toneladas de biodiesel al año y vende toda su producción al mercado interno, por lo que el cierre de las exportaciones a España no nos afecta, dice Miguel Schwartzbaum, presidente de la firma.
El incremento del 7 al 10% como corte obligatorio de biodiesel en el gasoil nos permitirá llegar con mayor rapidez a la utilización de la capacidad máxima”, señala. En tanto, la firma presentó proyectos de generación de energía eléctrica a partir de biodiesel para participar del programa Genren. La iniciativa prevé, para 2016, que un 8% del consumo eléctrico nacional provenga de fuentes renovables (hoy la cifra es del 5%).
Futuro verde
La Argentina es el cuarto productor y primer exportador mundial de biodiesel. La iniciativa de elevar la cuota de corte del 7 al 10% fue inicialmente resistida por automotrices y petroleras, arguyendo que no serían responsables de eventuales fallas de los motores. Sin embargo, un reciente informe técnico elaborado por la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) señala que “el aumento del corte del biodiesel no sólo es positivo para el funcionamiento de los motores, sino que también ayuda al medio ambiente dado que reduce las emisiones contaminantes del gasoil al reemplazarlo parcialmente por un combustible más limpio. Actualmente se están realizando ensayos con un corte al 20% para automotores, ya que en vehículos pesados el uso de ese porcentaje está aceptado de hecho, adelanta Fernando Peláez, presidente de Carbio.
En tanto, una mayor utilización de biodiesel en el mercado interno reduciría las importaciones de gasoil, con las que actualmente se cubre un 12% de la demanda local de combustibles. Con menos de una década de existencia, la industria del biodiesel parece tener un futuro promisorio en el país.

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