lunes, 2 de julio de 2012

Cómo mejorar el rendimiento deportivo de los caballos sin aumentar el número de lesiones



Incluso caballos descartados para la competición pueden volver a correr.
Investigadores de la argentina Universidad del Litoral consiguen mejoras de velocidad en caballos de carrera mediante un sistema de entrenamiento anaeróbico, disminuyendo a su vez el riesgo de que sufran lesiones.
Según informa la agencia DiCYT en su página web, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL, Argentina) ha estudiado el efecto de un sistema de entrenamiento anaeróbico especial en caballos pura sangre, con el objetivo de optimizar la capacidad de los animales sin producirles agotamiento ni lesiones.  Los caballos lograron pequeñas modificaciones de velocidad, especialmente los animales mejor capacitados, con un promedio de mejora superior a un metro por segundo. Se trata de un avance importante, ya que se traduce en altísimas incidencias económicas en deportes donde se utilizan los equinos.
Raúl Signorini, integrante de la cátedra de Patología Quirúrgica en la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la UNL, y su grupo partieron de la suposición de que el entrenamiento mejoraría la resistencia, aumentaría el diámetro de los músculos, incrementaría la longitud del tranco, mejoraría la velocidad y la concentración de amonio en plasma y de lactato sanguíneo, dos indicadores de cambios metabólicos.
Trabajaron con un grupo de caballos pura sangre con una edad media de cinco años y evaluaron el efecto de entrenarlos una vez por semana con una definida cantidad de piques de velocidad creciente en 100 metros de distancia. Las dos primeras semanas del período total de entrenamiento de ocho semanas, se hicieron dos piques por sesión con un intervalo de 10 minutos entre cada corrida. Las siguientes dos semanas se realizaron tres piques por sesión. En la quinta y sexta semana fueron cuatro los piques. Las últimas dos semanas los caballos hicieron cinco piques por sesión de ejercicio, siempre con intervalos de 10 minutos. Los restantes días los animales trotaron 1.600 metros, galoparon a 18 km/h la misma distancia y a 24 km/h otros 1.600 metros.
Además de la mejora en el rendimiento deportivo, comprobaron que los animales produjeron más ácido láctico tras el entrenamiento. La velocidad mejoró, pero también en el metabolismo en el músculo, según las conclusiones de Signorini.
La importancia del trabajo reside en el acento que se le puso al entrenamiento anaeróbico, ya que la mayor parte de los estudios se basan en la parte aeróbica, cuando en realidad en la mayor parte de las competiciones se necesitan esfuerzos de alta intensidad y corta duración. El entrenamiento aeróbico es adecuado en caballos de raid, pero no en animales que participen en carreras cortas.
Por otra parte, en los caballos entrenados adecuadamente se observó una disminución de lesiones, hasta el punto de que animales descartados por lesiones antiguas pudieron volver a competir.

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