jueves, 21 de junio de 2012

Purga de funcionarios de rango en el Senasa



Llegado hace poco más de seis meses, Marcelo Miguez, presidente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), parece estar haciendo cirugía mayor sin anestesia en el organismo: ya se deshizo de tres directores nacionales que venían de su antecesor y le estaría buscando otro destino a una importante ejecutiva.
Antes de escalar en el Senasa, Miguez fue decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de
Buenos Aires (aunque aún mantiene el cargo). Además, tuvo protagonismo en el armado del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) que la presidenta Cristina Kirchner presentó el año pasado en Tecnópolis. Algunas fuentes afirman que cultiva una oportuna llegada al jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y a La Cámpora. Miguez sucedió al frente del Senasa a Jorge Amaya, un funcionario de quien se comentaba que no se caracterizaba por tener buena sintonía con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Hasta el momento, los cambios en el Senasa, responsable de la sanidad de los alimentos y de la fiscalización de las exportaciones agroalimentarias, venían pasando más o menos inadvertidos. Sin embargo, la semana pasada Miguez desplazó a Jorge Dillon, que tenía el cargo de director nacional de Sanidad Animal, y esa decisión provocó un temblor intramuros.
Dillon estaba al frente de una dirección estratégica y había llegado en 2005 a ese lugar por concurso. En 2006, cuando se detectó un caso de fiebre aftosa en el país, participó del operativo para evitar la propagación de la enfermedad. En 2011, se volvió a postular para ese cargo y lo ganó de nuevo. Sin embargo, a diferencia de la anterior oportunidad, cuando Néstor Kirchner era presidente, esta vez su designación no se refrendó por decreto presidencial. Ese dato le habría venido como anillo al dedo a Miguez para reemplazar a Dillon. “Tu dirección no va en el camino de lo que queremos nosotros”, le habría hecho saber al ex director nacional de Sanidad Animal, según pudo reconstruir LA NACION de diversas fuentes.
Fuera del cargo, Dillon volvió a ser un técnico más del organismo y en su despacho ya recaló hace unas horas Rodolfo Bottini, que en 2011 compitió en el mismo concurso que Dillon y trabajaba en otra dirección.
A favor y en contra
En una entidad de la producción ayer estaban sorprendidos por el desplazamiento de Dillon.  “Siempre nos atendía y tenía buena relación con nosotros”, dijeron. “Era intachable, no parecía funcionario del Estado”, agregó otra fuente.
Otras fuentes, en cambio, se lamentan de que a algunas entidades no las recibía, pese a reiterados pedidos y lo critican por un perfil burocrático que no compartían.
Antes que Dillon, hace un tiempo fueron desplazados Fernando Lavaggi y José Antonelli, director nacional de Inocuidad y director nacional de Operaciones Regionales, respectivamente. Estos dos últimos volvieron a cargos anteriores.
“Miguez habla más con Yauhar y con gente de afuera del organismo que con sus directores nacionales”, dijo una fuente que conoce la interna del organismo.
Según los rumores que circulan por los pasillos del Senasa, Diana Guillén, gerenta general del organismo, podría ser desplazada de ese cargo y ubicada en una dirección en la que, no obstante, tendría menor poder que su actual posición.
Desde el organismo dijeron que no tenían comentarios para brindar sobre los cambios que se sucedieron.

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